Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Polígonos faltos de inversiones

Las áreas industriales de Alicante urgen mejoras viarias, transporte colectivo, vigilancia y fibra óptica para superar su aislamiento histórico

Polígonos faltos de inversiones

Las empresas que tienen su actividad en los polígonos industriales de Alicante se sienten las hermanas pobres de la ciudad: estas áreas necesitan inversiones de todo tipo, desde la mejora en asfaltado y señalización al transporte colectivo, alumbrado, reordenación de infraestructuras, carriles bici, más espacio de aparcamiento, vigilancia con circuito de televisión conectado a la Policía Local e implantación de fibra óptica. Desde que se construyeron, nunca han recibido una buena inyección para ser más competitivos, solo actuaciones puntuales de mejora en algunos de ellos, lo que les somete a un aislamiento histórico, en palabras de Vicente Seguí, director de la Entidad de Conservación del Parque Empresarial Las Atalayas y conocedor de la situación general de las distintas áreas industriales.

En Alicante hay 15 áreas industriales que suman siete millones largos de metros cuadrados de suelo, según datos del Ayuntamiento. El más grande es Las Atalayas, con 1,2 millones de metros cuadrados, y le sigue La Vallonga, con poco más de un millón. También están Aguamarga, Mercalicante, varias áreas en la carretera de Ocaña, Florida, Llano del Espartal, Babel, área industrial del Puerto de Alicante, parque científico de la Universidad, Rabasa, Trento y Garrachico, en Villafranqueza.

Entre los propios polígonos las diferencias son importantes. Desde la necesidad que tienen los más grandes, Las Atalayas y Vallonga, de ampliar el suelo industrial por la demanda de las empresas y para evitar la fuga de inversiones a otras localidades, a los espacios dejados de la mano de Dios de Florida y Garrachico, con calles sin salida, asfalto impracticable, nulo mantenimiento y vegetación selvática por sus calles, es decir, prácticamente abandonados. En cuanto al Espartal una parte del polígono se ha convertido en vertedero de escombros y los cerdos vietnamitas cruzan entre naves industriales.

Es tal la situación que las empresas instaladas en los polígonos de las Atalayas, Agua Amarga, Pla de la Vallonga y Llano del Espartal vieron con muy buenos ojos la subvención de 760.000 euros que en verano anunció la Conselleria de Economía para mejorar esas áreas industriales de Alicante. Nada para otras muy carentes pero una inyección importante para las cuatro citadas, a ejecutar entre este año y el ejercicio de 2019, que quedó en el aire por los plazos de estas ayudas: el 45% de las actuaciones tenían que realizarse antes de acabar este año, plazos imposibles de cumplir para el Ayuntamiento.

La Agencia Local de Desarrollo, a través de su presidente, Carlos Castillo, solicitó a la Generalitat una prórroga para no perder estas ayudas y desde el Consell se comprometieron a buscar fórmulas para ampliar los plazos al haberlo solicitado varios municipios.

Castillo obtuvo este compromiso tras solicitar dos veces la prórroga de las ayudas. No obstante, el edil afirma que las inversiones previstas se llevarán a cabo, con o sin la ayuda autonómica. Las empresas de los polígonos confían en este compromiso del Ayuntamiento en caso de que finalmente no prospere la petición al Consell para que se aplace la exigencia de que los proyectos se justifiquen antes del 31 de diciembre como condición para acceder a las ayudas económicas.

El grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento ha solicitado que se elabore y ejecute un plan plurianual de inversiones en el mantenimiento y la mejora de los polígonos industriales de Alicante tomando como base el estudio de diagnóstico para la modernización y promoción de las áreas industriales que impulsó el pasado año la Agencia Local y que realizó una consultora.

Este estudio incidía en la necesidad de intervenir en todos los polígonos de Alicante para mejorar su situación urbanística y para ampliarlos y modernizarlos ante el riesgo de que puedan quedarse obsoletos, lo que podría suponer una fuga de empresas a otros polígonos de la provincia con prestaciones más elevadas. Ese informe señala que Las Atalayas es el que tiene mejores condiciones y propone explotar su carácter logístico para empresas de mármol y alimentación. Sobre el Pla de la Vallonga destaca sus posibilidades de especialización en actividades de automoción. De Agua Amarga considera sus opciones como centro tecnológico. Para Mercalicante proponía la especialización alimentaria en dieta mediterránea y, para las áreas de Florida-Babel, centrarse en los negocios de materiales de construcción y concesionarios de vehículos. Del área industrial de Rabasa destaca sus posibilidades como distrito innovador. En el caso de Garrachico, el estudio aconseja su traslado o transformación.

Los polígonos reclaman todo tipo de actuaciones en base a ese diagnóstico de carencias y prioridades. «Las áreas industriales tienen cierta edad y necesitan un reacondicionamiento. Normalmente estamos en el extrarradio y somos la hermana pobre pese a ser tan importantes para generar riqueza y empleo», señala Seguí.

Compartir el artículo

stats