Los economistas alicantinos ven más efectos negativos que positivos en el proyecto de construcción de una macroplanta en el Puerto de Alicante, que pretende mover hasta un millón de toneladas de combustible en 18 tanques de hasta 50.000 metros cúbicos (previstos en dos fases distintas).
Esta conclusión de desprende de la última encuesta semestral que realiza el Consejo de Colegios de Economistas de la Comunidad Valenciana, donde el 57,2% de los encuestados ven más consecuencias negativas que positivas, frente al 42,8% que consideran que los macrodepósitos ofrecerían más efectos positivos para la ciudad.
El Pleno municipal, en cambio, fue taxativo en su sesión de octubre, donde se aprobó por unanimidad una declaración institucional en la que se rechazaba el proyecto y se reclamaba a las administraciones involucradas, entre ellas el propio Ayuntamiento, que no diese vía libre a su construcción. La iniciativa se encuentra ahora a la espera de que la Autoridad Portuaria resuelva el millar de alegaciones presentadas por vecinos, entidades sociales, la Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento y los cuatro grupos de la oposición municipal.
Según la encuesta a nivel autonómico, la mayoría de los economistas de la provincia de Alicante (57,2%) se sitúan en las tres franjas dispuestas con más efectos negativos que positivos. Con todo, la posición de los economistas está bastante polarizada. La minoría, eso sí, se sitúa entre aquellos (apenas un 6,25%) que solo ven aspectos positivos en una iniciativa que ha contado con el rechazo generalizado de los vecinos de la zona sur de la ciudad de Alicante. Ahí, entre los más críticos con la macroplanta proyectada por una empresa con sede en Valencia, se encuentran también el 14,9% de los economistas alicantinos encuestados en un trabajo que se realizó entre el 8 y el 21 de noviembre y que, en general, contó con una muestra de 861 personas.
Esta distribución es similar en la encuesta general, en la que se incluyen los economistas de las tres provincias, aunque los expertos de Valencia y de Castellón, por lo general, suelen ser menos críticos con la iniciativa privada que sus colegas de la provincia alicantina. Entre las curiosidades de la última encuesta promovida por Consejo de Colegios de Economistas de la Comunidad Valenciana, ningún castellonense preguntado considera que los macrodepósitos en el Puerto de Alicante solo pueda aportar aspectos positivos a la ciudad (un 0%).
El debate sobre los macrodepósitos todavía no se ha producido en el Consejo local Puerto-Ciudad, que según el acuerdo plenario de octubre debía celebrarse de manera «urgente». El alcalde de Alicante aseguró que el motivo del retraso era la falta de fechas en la Autoridad Portuaria, un extremo que negó la institución presidida por Juan Antonio Gisbert, quien negó haber recibido petición oficial para la reunión.
