Entre el rechazo y la frialdad. Así han acogido la oposición política de Alicante y algunas de las asociaciones de madres y padres de alumnos la propuesta del alcalde, el popular Luis Barcala, de volver al distrito único de matriculación y acabar después de tres cursos lectivos con la actual división de la ciudad en nueve zonas escolares, fórmula en la que cada alumno sólo puede elegir entre los colegios e institutos más próximos a su lugar de residencia. Barcala comunicó el pasado sábado a la Confederación Católica de Padres y Madres de Alumnos (Concapa) que elevará esta propuesta ante el Consejo Escolar con el fin de «devolver a las familias su libertad a la hora de elegir el colegio de sus hijos sin las trabas que interpuso el tripartito».

Y ayer, el antiguo tripartito rechazó la idea de plano. La portavoz del PSOE, Eva Montesinos, acusó a Barcala de haberle dicho a la Concapa «lo que allí querían escuchar, olvidándose del resto de los agentes educativos». Y defendió el sistema de zonas escolares, que la izquierda implantó en 2016, «como un elemento para compensar las desigualdades en la educación y promover la equidad de oportunidades en vez de favorecer a los que más tienen, que es lo que quiere el PP». Montesinos matizó que la última palabra no la tiene Barcala sino el consejo escolar y apeló a abordar la cuestión con el consenso de toda la comunidad educativa.

También buscando ese consenso, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, anunció que su compañera de grupo Maria José Espuch se reunirá hoy con los colectivos de la enseñanza para abordar la propuesta del alcalde, pero adelantó que la misma «no va en la buena dirección». El rechazo de Compromís no es extraño: fue Espuch la que como edil de Educación del tripartito abanderó la creación de zonas escolares en aquel 2016.

Por su parte, el portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, consideró la iniciativa de Barcala «un nuevo retroceso de los avances que logró el gobierno plural de izquierdas por parte de un gobierno ilegítimo como es el del PP». Tras alertar de que la actual política de la conselleria rechaza los distritos únicos, lo que a su juicio podría obstaculizar el plan de Barcala, Pavón arguyó que son las zonas escolares las que garantizan «la verdadera libertad de centro» porque con el distrito único «los centros concertados escogen a las familias y no al revés». Además explicó que «es lógico que las familias lleven a sus hijos a colegios próximos: así se hace barrio y se reducen los problemas de movilidad en la ciudad».

Y, ¿qué dicen los colectivos escolares a los que aluden las distintas formaciones? La idea cuenta con el aval de la Concapa, donde Barcala lanzó su idea y que ya votó contra la fragmentación escolar hace más de dos años. Pero el resto de asociaciones no lo ven tan claro. Sostienen que se trata de un debate sostenido «por motivos políticos» e incluso «electoralistas» que no aborda sin embargo «los verdaderos problemas de la educación».

Así, el presidente de la Fapa Gabriel Miró, Ramón López, señaló que «la derecha aboga por el distrito único para asegurar la clientela de los colegios concertados de la misma forma que la izquierda habla de zonas escolares para garantizar la clientela de centros a los que nadie querría ir, pero la solución no está ni en un lado ni en otro; la solución sería contar con medios verdaderos para garantizar todos los recursos educativos en todos los colegios y no soportar las deficiencias que hay por ejemplo en las escuelas de la Zona Norte». López agregó en referencia al argumento del alcalde sobre la libertad de las familias que «la verdadera libertad sería que un alumno de la Zona Norte pudiera ir a un colegio de las Playas si así lo considera su familia porque no hay obstáculos socioeconómicos para que lo haga; o que uno de las Playas acudiera a la Zona Norte porque allí hay centros en buenas condiciones».

En la misma línea, Txomin Angós, de la FAPA Enric Valor, alertó de que estos debates «no solucionan lo que de verdad nos preocupa, que nos faltan profesores, que nos quedan barracones y que los índices de fracaso escolar son tremendos». Y rechazó el distrito único porque consolida «los privilegios de la concertada y sus negocios».

La cronología

FEBRERO 2016: Fin a 6 años de distrito único

¿Distrito único o zonas escolares? Las dos fórmulas antagónicas para poder escoger colegio o instituto han ido apareciendo y desapareciendo de la historia reciente de Alicante en los últimos años. En 2010, la ciudad estaba, como ahora, dividida en áreas de influencia, pero entonces el PP ya logró que se aprobara el distrito único. Tal situación se prolongó hasta febrero de 2016, cuando el tripartito consiguió que el Consejo Escolar ratificara por un solo voto de diferencia una nueva división de la capital en zonas escolares.

DICIEMBRE 2018: El PP vuelve a las aulas

Ocho meses después de recuperar la alcaldía -Barcala obtuvo la vara de mando en abril-, los populares quieren volver a imprimir su sello en el mapa escolar de Alicante y resucitar después de tres cursos el distrito único. El Consejo Escolar deberá decidir en breve, y a muy poco tiempo de que se celebren las elecciones, si acepta la propuesta anunciada el sábado por el munícipe, que se aplicaría en el curso 2019-20 y que es clave tanto para los propios centros como para las familias que lleven por primera vez a sus hijos al colegio o al instituto.