La decisión del gobierno municipal liderado por Luis Barcala de adherirse a última hora a una declaración institucional, incluida en el orden del día, en contra de la violencia de género provocó ayer una de las broncas más intensas de un pleno que se prolongó, contando dos recesos, unas diez horas. Durante la intervención inicial, la socialista Rosana Arques reprochó al alcalde, el popular Luis Barcala, que no estuviera presente en el acto convocado en Alicante el pasado domingo con motivo del 25-N, el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. A esa hora, el dirigente popular estaba en una misa, organizada por el Ayuntamiento, para celebrar el 770 aniversario de la Toma del Castillo.
Además, Arques también echó en cara a Barcala que el PP no firmase la declaración institucional, promovida por el PSOE, y a la que sí se sumaron a tiempo el resto de grupos municipales: Guanyar, Ciudadanos y Compromís. Las palabras de la concejala socialista no sentaron nada bien en la bancada popular, aunque tampoco en el grupo que lidera Yaneth Giraldo.
Así, un debate que no iba a ser tal, ya que estaba previsto que hubiera una sola intervención a cargo del PSOE, por ser la formación proponente, se convirtió en un cruce de reproches entre los grupos.
La izquierda cerró filas en torno a la socialista Arques, mientras que Barcala insistió en que su formación sí que se había adherido, finalmente, a la declaración, restando importancia a los tiempos. La propuesta, al final, salió adelante por unanimidad. Así, el pleno reclamó al Gobierno central que impulse las medidas recogidas en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, entre otras cuestiones.
