La elevada demanda en los ciclos superiores de FP con menos oferta de plazas, como son los sanitarios, de educación infantil o de imagen y sonido, lleva a los jóvenes que quieren cursarlos a prepararse como si de unas oposiciones se tratara para poder sacar nota. El acceso a estos ciclos se ha convertido en una especie de selectividad para la FP, y sin una buena nota de partida no hay opciones.