Desde pequeño, a Javier Igual le llamaba la atención la dejadez del litoral de Alicante en su acceso sur, así que en cuanto ha visto la oportunidad de presentar sus ideas, con el concurso del Colegio de Ingenieros que les dieron a conocer en el colegio Salesianos, se puso en contacto con su gran amigo, José Morell, y manos a la obra.

«Queríamos mejorar la ciudad, soterrar las vías, despejar la zona de la EUIPO y la Ciudad de la Luz, porque ¿cómo puede ser que la entrada a la que se llega desde el aeropuerto, con tanto tráfico, esté tan dejada, cuando con poco se puede mejorar tanto?», se pregunta Javier.

«Existe además una incomunicación enorme entre esta zona, el sur de la ciudad, y el centro de Alicante», añade su compañero, José.

El primero ha ido mucho en coche a la zona de la desaladora con sus padres, hasta la playa de Urbanova, El Saladar, «y veía el potencial que puede tener este litoral», comenta entusiasmado Javier.

Por una casualidad aseguran ambos que vieron el cartel anunciando el concurso en el colegio y como tienen «la misma ambición y un gran compromiso y constancia» se pusieron a ello sin descanso.

Los profesores les han dado las pinceladas que necesitaban para cumplir estrictamente la ley a la hora de redactar un proyecto. Lo demás lo han puesto ellos, durante cuatro meses de trabajo continuado alternando con los estudios de primero de Bachillerato.

«Lo más duro fueron los dos últimos meses coincidiendo con los exámenes finales, porque exigían un mínimo de 50 páginas y ya que inviertes tiempo en un proyecto, o lo haces para ganar o no lo haces», destaca Javier.

Hace unos días se trasladaron a Madrid para recibir el diploma de manos del Secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, y siguen en una nube, están que no se lo creen.

«Queríamos hacer una obra pública lo más barata posible, yendo al grano». Así que proyectan un paseo junto a la carretera que no obliga a echar hormigón al mar, porque hay sufriente espacio con el carril de las vías, soterradas, para bancos, papeleras, alumbrado ,vegetación autóctona con palmeras y carril bici, explican.

«Lo unificamos todo con la ciudad de Alicante, desde la zona de la desaladora, la primera rotonda de acceso a Alicante», añade José. El proyecto concluye a la altura de Casa Mediterráneo tras soterrar las vías que van hacia la zona industrial del puerto.

«Hemos sido muy detallistas, todos los puentes que incluimos están pensados para las personas discapacitadas», concretan. Han consultado en el BOE todos los detalles de inclinación y han cuidado «estética y contenido a partes iguales. Sobre todo accesible y sostenible, por la avenida de Elche», puntualiza José. «No queríamos alterar la fauna marina. Lo sostenible es utilizar la cabeza para lo que mejor sirva a los ciudadanos.

El diseño que proponen de parques y zonas verdes proyectadas está pensado para mascotas, personas de la tercera edad, incluyen zonas también para hacer ejercicio, y una rosa de los vientos «que cuando hace viento mueve las aspas y se ilumina». No les falta, por tanto, el aprovechamiento de la energía eólica. «Todos estos detalles creo que han inclinado al jurado», aventura José.

La zona, «desamparada y desaprovechada» la consideran estos futuros ingenieros «clave del litoral», y la ven «desaprovechada» para lo que creen que habría «en cualquier otra ciudad europea».