El Consell Valencià de Cultura, una institución consultiva de la Generalitat Valenciana, insta al Ayuntamiento de Alicante a que apruebe de manera «definitiva y urgente un plan de protección de las torres declaradas BIC [Bien de Interés Cultural] situadas en su término municipal, ya sea de manera específica o por medio de un catálogo genérico». Así lo hace constar en un informe sobre el estado en que se encuentran las torres declaradas BIC situadas en la antigua huerta de Alicante, aprobado por el Consell Valencià de Cultura en la reunión celebrada el pasado lunes, 26 de noviembre. En el documento, además se urge «muy especialmente» a la intervención del Ayuntamiento de Alicante y de la Dirección de Cultura y Patrimonio para evitar el derrumbe de la Torre El Ciprés, «que parece inminente», así como su restauración y la de la capilla anexa. Incluso, la institución reclama, «en el caso de que fuera necesaria», su expropiación.

Según consta en el informe, la Torre El Ciprés fue terminada de construir en 1565, según inscripción situada en la parte superior. En 1999, prosigue el documento, dos años después de haber sido declarada BIC, la Dirección General de Patrimonio remitió un escrito al Ayuntamiento denunciando el «estado de absoluto abandono, con grietas y otros desperfectos que hacen peligrar su integridad» e instándole a que se localizase a los propietarios para que procedieran a su restauración. Entonces, el gobierno municipal dictó un decreto en marzo de 2003 en el que se decía que la Conselleria de Cultura había solicitado al Ayuntamiento la posible declaración de ruina de la Torre El Ciprés.

El Consistorio resolvió requerir a los propietarios de la torre para que «bajo su responsabilidad» procediesen «en un plazo no superior a diez días, al saneado de aquellos elementos que presentan riesgo de desprendimientos en la fachada de la ermita y a la colocación de testigos de yeso, debidamente fechados, en las grietas estructurales de la torre, bajo dirección facultativa, y una vez realizado, lo ponga en conocimiento del Ayuntamiento». Se daba la circunstancia de que, entre los copropietarios de la torre, estaba Luis Concepción, concejal de Seguridad y Transportes desde junio del año anterior.

Tras distintas resoluciones y decretos, junto a alegaciones de los dueños, el Ayuntamiento impuso una sanción de 1.800 euros, a pagar en diez multas mensuales entre los 16 propietarios. «Una sanción escasamente coercitiva, por no decir irrisoria», subraya el Consell Valencià de Cultura en el informe en el que además insta a la Conselleria de Educación y Cultura a que retire del Inventario del Patrimonio Cultural Valenciano (dentro de los BIC) las torres Tres Olivos y Rizo, ya desaparecidas.

Radiografía

En el balance, la institución autonómica señala que de las 22 torres declaradas BIC que continúan levantadas en el territorio de la antigua Huerta de Alicante, cinco son de titularidad pública (Cabo de las Huertas, Ferrer, Sarrió, Finca Ansaldo y Placia), mientras que el resto son de propiedad privada. Por otro lado, hace hincapié en que hay una torre BIC destruida (Tres Olivos), otra desmontada y desaparecida (Rizo), otra pendiente de traslado (Placia) y otra en ruinas y en riesgo inminente de derrumbe (El Ciprés). El resto han sido restauradas, aunque se insiste en que dos de ellas (Ferrer y Las Paulinas) están «está sin uso y deteriorándose». Por último, el Consell Valencià de Cultura recomienda a la Conselleria que convoque subvenciones para la «conservación y mantenimiento de monumentos BIC propiedad de particulares».