David llegó de Florida (EE UU), para incorporarse como becario contratado por la Conselleria de Educación, puntualmente el 1 de octubre al colegio Princesa de Asturias de Elche para potenciar el proyecto estrella del Consell: la práctica del inglés oral entre los alumnos.
Como David, otros 632 profesionales nativos de inglés han formalizado igualmente sus contratos con el departamento que dirige Vicent Marzà, pero al igual que el auxiliar de inglés del colegio ilicitano, ninguno de ellos ha cobrado un euro todavía de la beca mensual de 1.000 euros que les corresponde.
Estar lejos de sus países de origen y, por lo mismo, de sus familias, implica una dificultad añadida a la ausencia de sueldo alguno durante dos meses, por lo que desde los propios colegios, los directores por sí solos o con la colaboración de otros profesores, están haciendo colectas para sufragar los gastos más inmediatos, alquiler de vivienda y comida, de los que ven como a un compañero más de aula. «David está agobiado. Si no cobra pronto dice que tendrá que volverse a su país», alertan desde la dirección del Princesa de Asturias de Elche.
En su caso no puede aducirse la falta o retraso de la documentación necesaria para poder recibir la beca «porque se tramitó todo el pasado mes de mayo, su domicilio, la cuenta bancaria y el NIE o documento de identificación como extranjero, y son ya dos meses sin recibir nada», abundan desde el colegio.
Certificados
La prolija documentación que Educación exige a cada uno de estos becarios incluye la realización de copias de su acta de nombramiento; la conexión directa con el centro educativo asignado para informar de su incorporación el 1 de octubre; la obtención del NIE en la Comisaría de Policía; la tarjeta sanitaria europea vigente hasta el 31 de mayo de 2019 -que es cuando acaban su labor en las aulas de la Comunidad-; el certificado de penales que acredite no haber sido condenado por un delito sexual; y la lectura detallada de la «Guía del auxiliar», en la que consta la subvención mensual de 1.000 euros y el trabajo de 16 horas semanales. El trabajo, como señalan los directores consultados, «lo están haciendo, y es muy valioso para los alumnos», abundan, pero lo que no han visto todavía son ni los 1.000 euros de octubre, ni otros tantos por noviembre.
La normativa de Educación que regula la concesión de estas ayudas se publicó en el DOGV hace apenas una semana, aunque el decreto data del 29 de junio. En él se especifican textualmente los «principios para una correcta gestión del Programa de personal auxiliar de conversación en relación con la cuota financiada directamente por la Comunidad Valenciana», puesto que los auxiliares de los que dota el Gobierno central cobran 700 euros y su labor son 10 horas.
El plus de 300 euros más que aporta el Consell concreta un presupuesto de 7.984.000 euros para todo este curso, y la Conselleria de Educación ha remitido esta misma semana a todos los colegios un comunicado en el que se hace saber a los directores que desde el departamento de Marzà se han llevado a cabo las gestiones necesarias para tramitar el cobro de los dos meses pendientes, y que ahora corresponde a Hacienda concluir el pago «que se hará a lo largo de este mes», precisa un portavoz de los directores de colegios.
Exigencias
Desde Educación advierten de que las propias bases para la contratación de estos auxiliares contemplan la posibilidad de que el primer pago se lleve a cabo entre la segunda y la tercera semana de noviembre, por lo que también se incluye la exigencia de que estos auxiliares cuenten con un remanente propio de 1.500 euros cuando se trasladan a España.
En los colegios se muestran agradecidos por la labor que realizan y son conscientes también de su obligación de atenderles a su llegada, facilitándoles contactos para que tengan un domicilio asequible, entre otros temas. Lo que han tenido que plantearse además, de motu propio, es el adelanto parcial de la subvención que les corresponde a los auxiliares porque Educación está retrasando el pago más de la cuenta.
