Casi un año después de jubilarse, el cardiólogo Francisco Sogorb tiene carta blanca de la Conselleria de Sanidad para poder seguir ligado al Hospital General de Alicante, al que estuvo vinculado laboralmente 40 años y en el que creó de cero el servicio de Cardiología. Sogorb es el primer médico de la provincia al que Sanidad nombra investigador emérito.
P ¿En qué se traduce este nombramiento?
R Viene con una calificación de investigador, lo que da un amplio perfil. No sólo será poner en marcha nuevos trabajos en distintos campos. El hecho de ser una figura que ha estado presente siempre en el servicio creo que aumentará el ánimo del grupo.
P ¿Acude todos los días al hospital?
R No, solo dos a la semana. Es un tiempo razonable y adecuado para ver a los compañeros con una asiduidad buena y ejercer mi papel de asesor, consultor y en determinados momentos de impulsor.
P ¿Qué le dicen sus compañeros?
R Me siguen llamando jefe y yo les digo que soy el nuevo becario. Los MIR al principio se sorprenden y creo que en el fondo se alegran de pensar que esto de la Cardiología no tiene que ser tan malo cuando un médico ya jubilado tiene ganas de seguir ejerciendo. Pero por encima de todo lo que noto en el servicio es cariño. Y ahí sí puedo decir que es algo mío. Siempre he procurado que seamos una familia.
P ¿Siente que aún tiene mucho que aportar al servicio?
R Sí, 42 años de experiencia en el hospital dan un almacén de escenarios, datos y momentos que siempre son útiles para los compañeros.
P ¿Por qué no dedicarse al golf y a otros hobbies?
R Cuando alguien dedica una parte importante de su vida a un proyecto, como desarrollar la Cardiología de Alicante, es imposible desvincularte, forma parte de ti. No puedo desvincularme de la ciencia, es lo que más me atrae en la vida. Es más fácil seguir viviendo cerca de ella.
P ¿Se ha marcado un límite para seguir vinculado al hospital?
R Seguiré hasta que sienta que no tengo nada más que aportar al hospital.
P El nuevo nombramiento le capacita solo para investigación. ¿Echa de menos la asistencia al paciente?
R Sí. Es un campo muy importante, que da muchas satisfacciones. El ser parte de la vida de otras personas que siguen ahí. Es un placer de difícil comparación porque es facilitar que la vida continúe. Tengo pacientes con 90 años y alguno que ha llegado a los 102 años.
P ¿Cree que la conselleria debería abrir la mano a más casos como el suyo?
R Es una pena que en general no se aprovechen cerebros muy bien estructurados y con un almacenaje importante.Se debería aprovechar a todas aquellas personas que enriquecen el conocimiento de los nuevos médicos.
