Dos meses y medio después de que empezara el curso sin intérpretes de signos para los alumnos hipoacúsicos en los institutos de Secundaria, la plataforma autonómica que agrupa a estos profesionales alerta en un escrito de que la asignación de personal prevista inicialmente no se corresponde con las necesidades de los centros educativos.

La provisión de puestos e institutos a la que ha tenido acceso este diario contempla 9 intérpretes para 6 institutos de la provincia de Alicante y 19 profesionales más en otra decena de centros de Secundaria en la de Valencia. Todos ellos con la nueva categoría de Técnicos de Gestión de apoyo en la lengua de signos, un vez que han pasado a depender laboralmente de la Conselleria de Administración Pública.

Sin embargo, los propios profesionales que integran esta nueva bolsa laboral, y que trabajaron el curso pasado en los institutos con alumnos sordos, advierten de que «las plazas que se asignan para los institutos Poeta Molla de Petrer y Playa Flamenca de Orihuela, lo son para centros en los que no hay alumnado sordo». Añaden que los seis puestos que a su vez se proveen para el centro Ciudad Aprendiz de Valencia, «necesarios el curso pasado, no se corresponden con la necesidades actuales». Y concluyen con que en otros dos centros de Alzira y València, así como en un tercer instituto de Sagunto, «se ignora la solicitud de un intérprete más, bien por el aumento de alumnado hipoacúsico o porque son de nueva incorporación».

Desde la Plataforma de Intérpretes de la Lengua de Signos en el ámbito educativo de la Comunidad sostienen que «los listados con la necesidad de profesionales están obsoletos, porque se han utilizado los datos del curso pasado, no los actuales».

Culpan a Educación de no haber remitido a Función Pública los datos adecuados «porque aunque la nueva regulación profesional corresponda a Función Pública, la evaluación de necesidades, listado de centros y horarios para los profesionales los ha gestionado Educación».

Revisión

El colectivo de intérpretes de la lengua de signos lamenta por tanto que «no es de recibo sacar estas listas a estas alturas del curso».

Estos profesionales aseguran que su mirada se dirige hacia los estudiantes hipoacúsicos que, después de haber pasado sin el apoyo que necesitan en el aula desde el primer día de clase, este curso, algunos de ellos tampoco vayan a recibirlo una vez se distribuya a los técnicos en la lengua de signos «siguiendo necesidades del curso pasado».

Por eso solicitan por escrito «la correcta revisión de necesidades, para asegurar y optimizar las plazas asignadas y evitar desajustes del servicio que se presta a quiénes son los principales perjudicados, que son los alumnos sordos».