Residencias con una enfermera y 300 ancianos a su cargo, plantas de hospitales en las que una persona está sola por la noche para atender a más de 30 pacientes ingresados o servicios que en verano dejan de prestarse por la falta de personal.

Son algunas de las consecuencias de la falta de enfermeros que arrastra la provincia de Alicante con plantillas congeladas desde hace años por falta de presupuesto para su ampliación. Un estudio del sindicato de enfermería, Satse, revela que en los hospitales, residencias y centros de salud alicantinos serían necesarios 2.000 profesionales más para ajustarse a la media nacional de 5,3 enfermeros por cada mil habitantes. La provincia, con 4,08, es la que tiene la ratio de profesionales más baja de la Comunidad Valenciana. Otro estudio del Consejo de Enfermería sitúa a la provincia como la novena por la cola en número de enfermeros.

Plantillas congeladas que tienen que atender a una sociedad que cada vez requiere más de los cuidados de estos profesionales. «Las plantas de los hospitales poco tienen que ver ahora con las de hace unos años, en las que tenías por ejemplo a un paciente recién operado y que sólo requería unas curas. Ahora te encuentras con enfermos muy mayores y con un montón de patologías, que exigen muchos más cuidados», señala Carmina Vañó, de la sección sindical Satse del Hospital de Sant Joan. También los hospitales actuales son mucho más tecnológicos, con resonancias, TAC? «para ello también se requiere personal de enfermería sin que las plantillas aumenten».

Ante este panorama, las plantas de los hospitales son las que más sufren la situación. «Los pacientes tienen que esperar más, hay retrasos en la administración de la medicación y mucho estrés entre el personal de enfermería, que no llega a todo», lamenta Carmen Flores, vicesecretaria provincial del sindicato. Flores recuerda que en algunos hospitales de la provincia sigue habiendo solo una enfermera por planta por las noches.

Una situación que repercute no sólo en la calidad de los cuidados al paciente, también en la propia seguridad de los trabajadores. «La gente hace las cosas corriendo, con el riesgo de equivocarse o pincharse, por ejemplo, al hacer una extracción», explican desde la sección sindical del Satse en el Hospital General de Alicante.

En algunas residencias geriátricas la situación es peor «y llegan a darse casos de un enfermero que tiene a su cargo a 300 ancianos», señala Carmen Flores.

En verano, cuando los trabajadores se marchan de vacaciones, la situación se agrava, ya que a la falta de trabajadores se une la escasez de dinero para hacer sustituciones en hospitales y centros de salud. La situación se repite cada verano y conlleva el cierre de servicios y plantas de hospitalización para poder concentrar al personal en lo que queda abierto. Las consecuencias, un aumento en la lista de espera para una operación o una prueba diagnóstica.

Centros de salud

Una situación que se hace extensiva a los centros de salud, donde en verano, según explican desde CC OO en el departamento del Hospital General, hay que suspender por ejemplo los programas de seguimiento de enfermos crónicos por la falta de personal. También las visitas programadas a los domicilios. Sólo se acude a una vivienda en caso de urgencia.

Desde este sindicato ponen el acento en que en atención primaria el número de profesionales de enfermería siempre es menor que el de los médicos. «Lo lógico sería que las plantillas estuvieran más equilibradas, un médico igual a un enfermero, con el objetivo de poder atender de forma coordinada el mismo cupo». Sin embargo, en la comarca de l'Alacantí la plantilla de médicos en los centros de salud es de 198, mientras que la plantilla de enfermeras es de 157. En este sentido, hay centros de salud en los que la media de tarjetas por médico es de 1.500 y en enfermería la media está en 1.939, lo que supone que cada enfermero tiene que llevar un cupo y medio de pacientes.

Para tratar de paliar esta situación, que se repite en otras muchas provincias españolas, el Satse ha iniciado una campaña de recogida de firmas con el objetivo de que el Congreso debata una iniciativa legislativa popular que busca garantizar por ley un número máximo de pacientes por cada enfermero. El sindicato quiere obtener 500.000 firmas en total. Desde hace un par de semanas se han instalado mesas para recoger rúbricas en los principales hospitales de la provincia.