El Ayuntamiento de Alicante quiere impulsar la declaración del monasterio de la Santa Faz, del siglo XVI, como Bien de Interés Cultural, pero antes tendrá que averiguar si las actuaciones que se han realizado a lo largo del tiempo en el convento pueden dificultar el trámite de protección. La Concejalía de Cultura elaborará un informe con todas las obras e intervenciones dentro del monasterio para certificar que se hicieron respetando la integridad del inmueble.

La declaración de Bien de Interés Cultural depende de la Generalitat y elevaría exponencialmente el grado de protección que actualmente tiene el monasterio, catalogado como Bien de Relevancia Local por el Ayuntamiento de Alicante. Esto no significa que no puedan realizarse obras, desde el arreglo de goteras a otras de mayor calado, pero siempre deben ejecutarse sin alterar el patrimonio.

Del conjunto de la Santa Faz solo es Bien de Interés Cultural la torre defensiva. El entorno de protección de la torre es un círculo de 200 metros alrededor de la misma, que se definió en 1997 junto a otras 23 torres y elementos defensivos del término municipal de Alicante. Esta protección incluye por tanto al monasterio pero desde el equipo de gobierno consideran que cuanto más azúcar más dulce y abogan por elevar el conjunto del monasterio a BIC. Con motivo de la exposición La Luz de las Imágenes, se restauraron los cinco lienzos del camarín donde se custodia la Faz Divina, y más recientemente, se han realizado obras para transformar la segunda planta del monasterio, en una zona fuera de la clausura, en una hospedería, entre otras intervenciones. Obras estas últimas que quedaron interrumpidas el pasado verano por falta de dinero.

En cuanto a la declaración de la Peregrina como Bien de Interés Cultural Inmaterial, el procedimiento está paralizado. Solicitada por acuerdo de pleno en abril de 2016, cuando gobernaba el tripartito, la Conselleria de Cultura pidió al Ayuntamiento de Alicante en enero de 2017 una ficha de catalogación con todos los datos de identificación a comunidades y personas relacionadas con la Peregrina, y una descripción de los orígenes documentados, evolución histórica y modificaciones; indumentarias, prácticas y funciones; actividades y oficios; desarrollo y secuencia temporal; datos de dedicación y financiación; la relación de los bienes muebles e inmuebles y entornos de interés vinculados; interpretación y simbolismos; percepción y el grado de implicación de la población.

También se requería documentación audiovisual y bibliográfica; información técnica de investigadores; y otros informes complementarios como la garantía de cumplimiento de la legislación en materia de derechos humanos, animales y medioambientales, y la aceptación mayoritaria de la comunidad para que la manifestación se declare BIC.

La Concejalía de Cultura de entonces remitió el expediente a Memoria Histórica, que pidió a las Universidades de Alicante, Miguel Hernández de Elche, el Obispado de Orihuela-Alicante; y el Consell Valencià de Cultura la adhesión a la solicitud. En este sentido se envió a la Generalitat el informe que el Consell Valencià emitió en 2002 a favor de la declaración de BIC junto al acuerdo plenario. Sin embargo, la Dirección General de Patrimonio consideró incompleto el expediente en septiembre de 2017 y el proceso quedó paralizado. La actual edil de Cultura, María Dolores Padilla, del PP, lo ha buscado para cumplimentar todo lo que pide la Conselleria de Cultura e impulsar el Bien de Interés Cultural para el monasterio.