Es una pequeña calle, que ni siquiera tiene nombre, pero es la protagonista de un curioso litigio en el que no faltan promotores, bancos, ni fondos buitres. Y por medio, los bungalows de un millón de euros de la Vía Parque que permanecen ocupados ilegalmente desde este verano por decenas de familias.
Olaf Reig, el promotor de estas viviendas que se levantaron hace una década en plena vorágine de la construcción y que actualmente pertenecen a un fondo buitre, se niega a entregar al Ayuntamiento de Alicante una calle de uso público que hay en los terrenos en los que se edificó esta urbanización.
La licencia de obras, según apuntan desde el Ayuntamiento, fue otorgada en su momento condicionada a la cesión de ese viario, que es indispensable para que Urbanismo pueda conceder las cédulas de habitabilidad de estas viviendas, que están terminadas, y que se vendan. La situación llevó hace un año al entonces edil de Urbanismo Miguel Ángel Pavón a iniciar un expediente de reparcelación forzosa para obligar al promotor a ceder la calle, expediente que en estos momentos se encuentra paralizado por un embargo de un juzgado de Madrid sobre unas fincas de estos terrenos.
El Ayuntamiento ya ha instado a este juzgado a que levante este embargo para poder continuar con el expediente. Reig promete dar batalla en los tribunales, ya que afirma que esta calle es la única garantía que tiene para recuperar los dos millones de euros que invirtió en la construcción de estas casas.
El promotor asegura que en 2005 solicitó un crédito a la ya extinta Caja Castilla La Mancha para construir una urbanización de lujo en la Vía Parque de Vistahermosa, frente al colegio Jesús María-CEU. Con la promoción ya avanzada, Reig sostiene que la entidad bancaria decidió cortar el préstamo e impedir que la promotora accediera al dinero en el banco. «La promoción estaba vendida al 90%, y varios compradores decidieron retirarse por lo que devolvimos todas las cantidades que los clientes habían dado».
En 2009 Caja Castilla La Mancha fue intervenida por el Banco de España, lo que según Reig, acaba por desanimar al resto de compradores. Pese a todo, el promotor asegura que las viviendas fueron terminadas, «pero la caja de ahorros nos exigía saldar el préstamo, por lo que en 2010 hubo que hacer una dación en pago». Según Reig, pactó entonces con la caja de ahorros que para recuperar su inversión, y hasta que esta recuperara su autonomía, «los viales no serían cedidos al ayuntamiento, así las viviendas no tendrían cédulas de habitabilidad». Con el objetivo de preservar las viviendas, el promotor estuvo cuatro años viviendo en una de las casas de la urbanización.
Finalmente la Caja Castilla La Mancha fue absorbida por Liberbank, que en 2017, según Olaf Reig, vendió a un fondo buitre norteamericano miles de viviendas, entre ellas su promoción. Este fondo «ahora está presionando» para que el vial pase a manos del Ayuntamiento y las casas puedan ser vendidas. Una situación que, según el promotor, coincide en el tiempo «con una avalancha de okupas» que ahora viven en unas casas de lujo, por las que en su momento se llegó a pedir más de un millón de euros.
Garaje para seis coches
«Alicante iba a tener las viviendas más domóticas de Europa, con 500 metros cuadrados construidos de media, en tres plantas por casa, disfrutando todas ellas de una parcela de 600 metros cuadrados, además de tener un garaje individual para seis coches». Tras varios meses de ocupación ilegal, Reig afirma que las viviendas se van deteriorando y asegura que en agosto los okupas «robaron cobre de la instalación de gas, por lo que tuvieron que acudir los bomberos y la policía».
Mientras el expediente se resuelve, el promotor amenaza con acudir a los tribunales en un contencioso administrativo.
