Tan solo un día después de sacar a exposición pública la nueva orden para regular la apertura y funcionamiento de los nuevos crematorios, la Conselleria de Sanidad ha tenido que rectificar y eliminar uno de los puntos más polémicos de la nueva norma, la que impedía la cremación de personas con obesidad mórbida.

La conselleria matizó ayer que, si bien es cierto que la cremación de personas con obesidad mórbida «puede generar problemas técnicos y requerir necesidades especiales en el proceso, estas circunstancias no atañen a las condiciones sanitarias exigibles a las instalaciones ni suponen un riesgo diferenciado para la salud pública». Por tanto, Sanidad afirma que, junto a otras mejoras del texto que puedan derivarse de la fase de consulta pública, «se eliminará del texto de la futura orden el apartado en el que se prohíbe la cremación de personas con obesidad mórbida».

Preguntada por los motivos por los que se impedía la cremación de personas con obesidad mórbida, la Conselleria de Sanidad alegó el pasado lunes que para poder practicar una cremación a un cuerpo con obesidad mórbida «se necesita una cantidad muy elevada de combustible». Algo que «conlleva que se produzca un aumento considerable de contaminación sobrepasando el umbral permitido».

Otra de las novedades recogidas en esta norma es que por vez primera, Sanidad regula la distancia a la que deben ubicarse los crematorios respecto a los nucleos urbanos y que debe ser superior a 200 metros. Hasta ahora, la autorización de estas instalaciones dependía de los ayuntamientos. En este sentido, localidades como Alicante tienen una normativa más restrictiva, que prevalecerá sobre la nueva norma de Sanidad.