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El obispo buscará en Badajoz monjas Clarisas para traerlas al convento de la Santa Faz

Murgui viajará a Extremadura para intentar restituir en el monasterio alicantino una comunidad de religiosas de clausura

El obispo y el capellán de la Santa Faz, durante la celebración de la última Peregrina. agencias

El obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, viajará en los próximos días a Badajoz buscando monjas Clarisas para traerlas al monasterio de Santa Faz y que vuelva a haber una comunidad de religiosas de clausura custodiando la Reliquia, como ha estado haciendo esta orden desde el 17 de julio de 1518. Así lo confirman fuentes eclesiásticas, que insisten en las numerosas gestiones que está realizando el prelado para devolver la normalidad al convento de la Santa Faz tras la salida de las últimas custodias el pasado sábado en dirección a Cieza (Murcia).

El Obispado se ha fijado en el modelo de Badajoz, donde hay dos conventos de Clarisas. Uno es el monasterio de Santa Ana, con once religiosas, y otro el convento de Nuestra Señora de las Mercedes, de las Clarisas Descalzas, cuya comunidad está formada por once hermanas de votos solemnes, una más que profesa votos temporales y una novicia.

Las tres últimas monjas que quedaban en Santa Faz se fueron precipitadamente el sábado en dos coches con otras dos religiosas, 24 horas después de que el Obispado y la Federación de Clarisas emitieran comunicados garantizando que la Santa Faz nunca se quedaría sin custodia aunque dejando en el aire que en el monasterio pudiera entrar «otra comunidad de vida contemplativa». La Federación aseguraba que se produciría un relevo de religiosas de su orden sin concretar tampoco cuándo se haría «dada la crisis vocacional que padecemos». La marcha de las monjas provocó una oleada de indignación el domingo en el entorno del monasterio, obligando al Ayuntamiento a enviar a la Policía Local y al Obispado a establecer turnos de vigilancia de la Reliquia.

El capellán del monasterio, José Luis Casanova, se quedó ayer a mediodía vigilando el sagrario. El sacerdote defendió la labor del obispo en esta crisis de las Clarisas de Santa Faz y afirmó que tanto Murgui como el deán del Cabildo de San Nicolás, Ramón Egío, y él mismo están «dando la cara». Una vinculación, la del Cabildo a la Santa Faz, basada en el hecho de que es uno de los dos custodios de la Reliquia y uno de los patronos, junto al Ayuntamiento.

«Una comunidad va a venir y la prioridad es que continúen aquí las Clarisas. Pero las mismas que decidieron irse tienen que aceptar venir a Santa Faz», abundó el capellán, quien continúa con los preparativos del Año Jubilar de la Santa Faz, que se celebra en 2019. «Este acontecimiento no es el más propicio y no nos gusta que se conozca a la Santa Faz por los conflictos pero es verdad que la gente viene más. Esto va a suponer un impulso a la Santa Faz». Casanova insistió en que el traslado de las monjas es decisión de la Federación de Clarisas y destacó que «por derecho canónico cada monasterio es autónomo, se federan entre ellos y dependen de la Santa Sede». En la misma línea, Egío señaló que no ha habido presión del Obispado para que se fueran sino para que se quedaran, y e insistió en que no renuncian a que en Santa Faz haya una comunidad de vida contemplativa, «pero no está en nuestra mano».

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