Cruce de declaraciones y ninguna decisión en firme. Por lo menos hasta ahora. Compromís calificó ayer por la noche, tras una convocatoria urgente de su ejecutiva, como de «absoluta normalidad» el contrato que realizó a dedo la edil María José Espuch en marzo de 2017, cuando gobernaba el tripartito, con Escola Valenciana, donde su pareja, Ismael Vicedo, es el único contratado en la ciudad de Alicante.

Desde primera hora de la mañana de ayer el gobierno de Barcala reclamó la dimisión de la concejal de Compromís María José Espuch a través de su portavoz, María del Carmen De España. «Es un absoluto escándalo que ella, una de los concejales adalides de la transparencia, haya usado dinero de su área para encargar y pagar trabajos a Escola Valenciana», denunció la popular.

Compromís descartó horas más tarde que Espuch vaya a dejar su cargo: «Consideramos de absoluta normalidad la compra de la campaña CoEduquem con Escola Valenciana, a través de la cual unos 300 estudiantes de cinco centros educativos pudieron acceder al visionado en valenciano de la película Sufragistas con motivo del Día de las Mujeres y que, además, fue contratada al mismo tiempo por ayuntamientos de todos los colores políticos como Mutxamel y Bigastro, entre otros, donde gobierna el Partido Popular».

El rotundo comunicado de la coalición contrasta con las críticas internas que la pasada semana se realizaron a la contratación directa que había realizado con la entidad Escola Valenciana, el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, quien acabó reconociendo que el procedimiento no había sido el adecuado, pese a que insistió en que era legal. Ya entonces, sin tener constancia de que la edil María José Espuch había contratado a dedo a la entidad para la que trabaja en la ciudad de Alicante su pareja, Ismael Vicedo, varios cargos de los dos principales partidos que integran Compromís consideraban que Espuch y Vicedo tenían que haber dado un paso atrás. Ayer, al menos aparentemente, Compromís cerró filas en torno a la edil Espuch.

La factura, insistió Compromís, «ha pasado los filtros de transparencia y control legales y Escola Valenciana es una fundación sin ánimo de lucro y la principal organización referente en cuanto a educación en valenciano». La coalición negó cualquier hecho de nepotismo en su gestión municipal , algo de lo que sí le acusó ayer el Partido Popular. «Es una acción propia de nepotismo, ni es ético, ni es estético y, además, es una vulneración del más elemental principio de transparencia y objetividad en el desempeño público», cargó primero De España. Acusación que Compromís calificó como «ridícula e irónica. Más todavía cuando muchos Ayuntamientos de todo color político contratan con Escola Valenciana».

En este sentido, la coalición naranja negó «haber pagado el salario a nadie o haber cambiado la situación laboral o económica de ningún trabajador de la fundación». Para Compromís «el minigobierno del PP, y De España en particular, no taparán el fracaso de su gestión poniendo el ventilador en marcha con denuncias y acusaciones sin fundamento».

Los populares, además, aseguraron que «resulta irónico que Espuch gestionara el área de Igualdad para dar trato de favor a Escola Valenciana porque de ahí cobra la nómina su pareja». De España también aseguró que el PP revisará todas las contrataciones con Escola Valenciana.

Por su parte, Compromís deslizó que la última ola de declaraciones del PP contra los ediles de la coalición «es fruto del nerviosismo de los populares frente a los malos resultados en las encuestas». Asimismo, lamentan que ambos conflictos «surjan en consonancia con el discurso de la derecha más radical contra el valenciano, una estrategia ya esgrimida por el PPCV».

Compromís también afirmó que sus valores de compromiso con la transparencia y el buen gobierno ante la ciudadanía alicantina «se mantienen intactos» y recordó que se han dado y se seguirán dando todas las explicaciones necesarias para «desmontar las falsedades».