El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha recordado hoy en Castellón que el 30 de noviembre finaliza la concesión de la AP-1 en Burgos, y "basta con que observemos lo que pasará para entender qué es lo que pasará con la AP-7 en la Comunitat Valenciana y con la AP-4 de Sevilla-Cadiz, cuyas concesiones terminan en esta legislatura". Ábalos ha reiterado que la carretera será libre para los conductores pero si especificiar cómo se sufragará el posterior mantenimiento de la víam, la "patata" caliente que va a tener que afrontar el Ministerio porque el mantenimiento de cada kilómetro de autovía alcanza los 12.000 euros al año.

"Vamos a dejar bien clara una demostración el 30 de noviembre con respecto al futuro de la AP-1 en Burgos, y ese será el modelo a seguir", ha indicado. Ábalos ha realizado estas declaraciones ante los medios durante su visita a Castellón para presentar la ampliación de la oferta de trenes entre Castellón y Vinaròs, en el marco de las obligaciones de servicio público (OSP).

Según ha dicho, Burgos demostrará "si es verdad o no el compromiso que adquirí, con independencia de que en el futuro nos tendremos que plantear cómo sostenemos esto, pero como todo lo demás", ha señalado Ábalos, quien ha añadido que "hay que plantearnos siempre la sostenibilidad si queremos hacer alguna planificación racional".

Posteriormente, a preguntas de los medios, el titular de Fomento, ha insistido en que "vamos a dejar bien clara una demostración el 30 de noviembre con respecto al futuro de la AP-1 en Burgos, y ese será el modelo a seguir".

Al respecto, el ministro ha recordado que hasta que llegó el actual Gobierno, el "único compromiso" expresado en sede parlamentaria era que no se iba a prorrogar, en este caso la AP-1 de Burgos, "pero no prorrogar no significa nada, es simplemente decir una obviedad, porque legalmente es imposible prorrogarlo de acuerdo a la normativa comunitaria, por lo que eso es como no decir nada".

Para prorrogarlo -ha explicado- habría que ir a una licitación nueva, "y eso nunca se negó", una licitación nueva "conforme al servicio de explotación y conservación, que es lo que queda porque ya no había ninguna inversión que amortizar".

"Nosotros damos un paso más adelante y, efectivamente no hay prórroga porque es imposible, pero evidentemente no vamos a relicitar y, por lo tanto, quedará un uso gratuito", ha añadido.

Preguntado por el futuro de la CV-10 una vez se liberalice la AP-7, Ábalos ha indicado que "lo que acordamos con el 'president' es poner en marcha una comisión para planificar este nuevo futuro de la AP-7, las conexiones, y de hecho se van a hacer todos los estudios de conectividad y de situación de la infraestructura para que cuando llegue ese momento esté en condiciones".

Por su parte, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha señalado que la ampliación de la CV-10 no tiene por qué estar vinculada a la liberalización de la AP-7. "Es evidente que hay que priorizar las inversiones y lo que no se puede hacer es permanentemente demagogia", ha añadido.

En este sentido, el jefe del Consell ha aclarado que el "fin de ruta" es comenzar con las Cercanías. "Algunos han dicho que esto es producto de lo que había en el pasado, y no es cierto porque estamos en las mismas condiciones que antes, todavía no es una Obligación de Servicio Público y ya Renfe ha asumido triplicar los servicios, por tanto se trata de mejorar la conectividad con las infraestructruas que hay y después generar nuevas".

Sin embargo, ha señalado que la que puede estar más rápidamente es la AP-7 "para convertirla en A-7, y a partir de ahí vamos a ver de qué manera se puede capilarizar más en el territorio una vía que pasaba por mucha parte del territorio pero no se paraba". Ahora se trata -según ha dicho- de conectar mejor esa vía en todo el territorio, "por lo que tenemos una propuesta como Gobierno de la Generalitat que a ver si es aceptada por el Ministerio de Fomento, y es que habrá una serie de conexiones nuevas y salidas".