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La falta de apoyo sanitario lleva a los profesores a usar YouTube para medicar al alumno

Los directores alertan del peligro de acudir a las redes sociales por carecer de los conocimientos necesarios

Profesorado de los institutos de la provincia reconoce haber acudido a las redes sociales, y en concreto a vídeos caseros de YouTube, para informarse en momentos determinados sobre la forma de atender a alumnos que puntualmente han necesitado recursos sanitarios.

Los representantes sindicales de los profesores, ante el peligro que conlleva esta práctica, han acordado en su última Junta Provincial reclamar a Educación que derogue el protocolo acordado con Sanidad y que obliga a los profesores a atender en la escuela a los alumnos con enfermedades crónicas, medicándoles oportunamente.

Los docentes tienen claro que, como cualquier otro ciudadano, van a atender las urgencias que puedan generarse en los centros en horario escolar por cualquier cuestión, incluidas las de la salud de los alumnos. «Pero una cosa es una emergencia puntual, para lo que se llama al 112 y se actúa como a la hora de socorrer a alguien en la calle, y otra muy distinta que se nos responsabilice de la salud de los estudiantes mientras están en los centros», replica el presidente de los directores de institutos de Secundaria de toda la Comunidad, Toni González Picornell.

«Al menos, nos deberían dar los conocimientos más básicos sobre cuestiones como una insuficiencia cardíaca, pero ni se nos ha formado ni se ha llevado a cabo la vinculación estrecha con enfermeros de los centros de salud como se indicó que se haría», denuncia Picornell.

Inaceptable

Los sindicatos sostienen que es inaceptable que la responsabilidad de la administración de medicamentos recaiga «única y exclusivamente en el profesorado, cuando no esta incluida en sus competencias docentes ni pedagógicas».

Tal y como señalan maestros de Primaria y profesores de Secundaria consultados por este diario, «las urgencias vitales tenemos claro que hay que atenderlas, pero ha habido graves problemas con alumnos diabéticos porque no pasan todas las horas lectivas con el mismo docente, y su atención requiere de una gran precisión». Ante determinadas patologías «debe actuar el que sepa», sostienen.

En los colegios, en concreto, también proliferan los problemas con alergias entre niños que se quedan al comedor y que ni siquiera saben con antelación de su alergia a algún alimento que antes no habían probado. «Hay muchas intolerancias, incluso severas, más del doble que hace años, y si a un niño pequeño se le cierra la glotis resulta muy complicado», reconocen en otro centro.

Los profesores tampoco quieren ser acusados de intrusismo profesional por el Colegio de Enfermería, que ya ha advertido de que llevará ante los tribunales cualquier acción que se realice en los centros que exceda de sus competencias docentes.

«No se está llevando a cabo la formación y orientación por los centros de salud de referencia, lo que crea inseguridad y malestar entre el profesorado, que considera que no es su función ni se ve capacitado para afrontar determinadas situaciones que afectan a la salud de los alumnos». El acuerdo sindical exige que sean los centros de salud los que hagan el seguimiento de los alumnos crónicos «para asegurar su correcta medicación».

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