Miguel López sabía que «las cámaras de videogilancia del lavadero no funcionaban», es «la única persona» vista en el lugar del crimen «en abierta disputa con su suegra» y «versada en el manejo de pistolas». Para quedarse a solas con ella, «ordenó» al encargado del lavadero de Novocar trasladar muebles a un almacén y «estacionó el coche de su víctima en el interior» del mismo, que iba a ir a recoger esa misma tarde. Esta es la manera como describe el momento de la planificación del asesinato de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, la representación procesal del hijo mayor de la fallecida en su escrito de acusación. El informe de conclusiones provisionales se presentó ayer en el juzgado de Alicante que investiga el crimen. Esta acusación, ejercida a través del abogado Francisco Ruiz Marco, al igual que el fiscal, considera a Miguel López, yerno de la víctima, presunto autor material de los disparos y reclama para él las mismas penas que el Ministerio Público: 23 años de cárcel por asesinato con la agravante de parentesco; así como 18 meses por tenencia ilícita de armas.

Frente a la petición del pago de Miguel López de 35.000 euros de indemnización planteada por la Fiscalía, Vicente Sala renuncia expresamente a cualquier tipo de indemnización de su cuñado en el caso de ser condenado, «por no querer recibir cantidad económica alguna del autor del asesinato, ni obtener ningún lucro material» por esta causa penal.

El escrito de acusación del primogénito de la fallecida sostiene que Miguel López es propietario de una pistola y otras armas y que, junto con su esposa y sus cuñadas, mantenía «una batalla feroz contra la futura víctima por el poder en las empresas y por el dinero».

Diario de la víctima

El letrado señala que la propia víctima llegó a escribir en sus diarios personales la situación de sufrimiento que estaba sufriendo a causa del enfrentamiento familiar. «Qué más daño nos pueden hacer», decía una de estas anotaciones escrita del puño y letra de María del Carmen Martínez un mes antes de su muerte.

«María del Carmen Martínez es, a ojos del acusado, el obstáculo que lo separa de la fortuna de su mujer. Para el acusado, la muerte de la víctima supone que su esposa (aliada con las dos hermanas de ésta) tomará el control inmediato de la Compañía Española de Resinas SL, una empresa cuyo patrimonio solo en inmuebles, alcanza la cifra de 30.095.991 euros», asegura esta parte. El letrado añade que Miguel López veía peligrar incluso su cargo de administrador único al frente de Novocar porque «su suegra con un 70% de derecho de voto podía cesarlo en cualquier momento». El conflicto familiar alcanza un punto crítico el 19 de septiembre de 2016 cuando en la Junta General de socios, María del Carmen cesó a través de la acción de oro a la esposa de Miguel López como consejera de Samar SL (empresa que facturó ese año 239 millones) .

La acusación sostiene que fue a partir de ese momento cuando Miguel López decide eliminar «por la vía rápida» los «peligros» para su continuidad en Novocar y «vengar los supuestos agravios a su mujer». «Adopta medidas de seguridad y comienza a planificar el crimen de la anciana por la que siente un profundo desprecio», relata.

Planificación del crimen

Según el escrito, el acusado elige el lavadero de Novocar para llevar a cabo su plan, «un sitio que conoce muy bien y que controla por ser el jefe del concesionario. Y elige el momento: en cuanto consiga atraer a la víctima a esa ratonera y atacarla sola». La acusación asegura que Miguel López era «el único antagonista» de María del Carmen Martínez que sabía que la tarde del 9 de diciembre de 2016 iría a Novocar a recoger su coche.

El escrito de acusación relata que la víctima llegó a Novocar a las 18.25 horas para recoger su coche, donde la está esperando el acusado que «la recibe, le entrega la llave y le indica que el coche lo tiene en el lavadero, la acompaña al oscuro (la luz está apagada) lavadero y cuando ella se monta en el vehículo, Miguel López, de repente, a corta distancia y sin tiempo para que la anciana pudiera reaccionar le dispara con una pistola automática con silenciador dos tiros en la cara». La víctima falleció sobre las 19 horas como consecuencia de la «grave hemorragia» que le causaron los disparos tras una «lenta agonía».