¿Cuál será el destino del convento de la Santa Faz cuando las monjas se marchen? La Iglesia busca dotar de rentabilidad turística al monasterio (que dejaría de serlo y se convertiría en santuario con la marcha de las hermanas y siempre que permaneciera la Reliquia), transformando el inmueble en un museo o en una hospedería. En 2016, el Ayuntamiento autorizó a las monjas la conversión de la segunda planta en alojamiento monástico, al que podrían acudir seglares.

Las obras quedaron interrumpidas porque las hermanas necesitaban 160.000 euros para acometerlas. La Diputación puso la mitad, y el actual alcalde de Alicante se comprometió en agosto con la Madre Federal de la Orden de las Clarisas a aprobar en un pleno este año los 80.000 euros comprometidos para pagar las obras en el Bien de Interés Cultural. Un dinero que ya dan por mal empleado algunos grupos políticos con la marcha de las monjas, que, según personas de su entorno, el Obispado de Alicante lleva intentando desalojar desde los año 90, en aquella época para convertir el espacio que ocupan en un seminario.

Lugar de culto

Según diversas fuentes, desde la Diócesis se ha intentado que en la Santa Faz se celebraran bautizos y funerales, algo que frenaron las hermanas al considerar que no es una parroquia sino un lugar de culto donde hay una Reliquia. De hecho, en el ensayo de la apertura del camarín donde se custodia realizado en la última Peregrina, las Clarisas se reivindicaron dejando claro la abadesa que ellas entregan las llaves de la hornacina porque guardan la Reliquia todo el año.

Las religiosas se van justo cuando se cumplen 500 años de la fundación del monasterio de la Santa Faz, el 17 de julio de 1518, instaurándose como custodias monjas Clarisas enviadas desde Gandía, con el patronazgo del Ayuntamiento, que ayudaba a la comunidad con alimentos para paliar el hambre, de ahí que tengan dos de las llaves que abren el camarín donde se venera la Faz Divina.