Las cuatro monjas de clausura que quedan en el monasterio de la Santa Faz, donde las Clarisas custodian desde hace 500 años la Reliquia, abandonarán en contra de su voluntad el próximo martes el convento rumbo a Cieza, con lo que la Faz Divina se quedará sola y sin las hermanas que llevan siglos protegiéndola. El Obispado asegura que la imagen permanecerá en el santuario pero diversas fuentes consultadas afirman que el plan de la Iglesia es trasladarla a la Concatedral San Nicolás.

La Iglesia fuerza la salida de las monjas aprovechando la reorganización que está acometiendo la orden franciscana, a la que pertenecen, para cumplir con una nueva disposición del Vaticano que obliga a cerrar los conventos con menos de cinco religiosas. La causa, la crisis de vocaciones. Sin embargo, fuentes no oficiales del Obispado confirmaron que la decisión está tomada y que se venía gestando desde hace tiempo, en concreto desde el mes de marzo.

Pese a que oficialmente desde el entorno del obispo, Jesús Murgui, se aseguró que habrá monjas custodiando la Santa Faz porque lo que se está realizando es una remodelación, otras fuentes aseveraron que la intención es transformar el convento en un museo con espacio para alojamiento.

Las hermanas, a las que ayer se les prohibió recibir visitas, se han visto obligadas a firmar un documento cuyo contenido no ha trascendido. En los últimos días ha habido movimientos en el entorno del convento, de donde se están sacando diversos enseres, entre ellos el órgano con el que cantaban durante las misas del día de Santa Faz. Una plataforma ciudadana empezó a recoger en internet firmas de apoyo a las monjas -casi un millar en la primeras horas- con una carta dirigida al Papa Francisco en la que piden que se respete a la comunidad inicial de las Clarisas y que vuelvan las hermanas más mayores trasladadas hace meses a otros conventos. La exalcaldesa Sonia Castedo firmó la iniciativa y escribió en las redes sociales que las monjas no abandonan el monasterio sino que «las obligan a marcharse».

Las hermanas están desoladas, según han transmitido en los últimos días a su entorno: no quieren irse sino permanecer en el convento custodiando la Reliquia hasta su muerte, como han hecho sus antecesoras durante 500 años.

Pese a que hay un discurso oficial sobre la marcha de las religiosas, existen versiones contradictorias sobre su motivación. Desde que hay muy pocas hermanas para mantener el recinto y custodiar la Reliquia, a que se trata de una reestructuración general de la orden que impulsa la Federación de Clarisas, e incluso se afirma que el malestar del Obispado con el comportamiento de algunas hermanas años atrás ha propiciado el deseo de impulsar su salida.

Hay también contradicciones sobre el día en que se irán. Desde el seno de la Iglesia confirmaron por completo que las monjas abandonan el martes Santa Faz pero otras fuentes eclesiásticas no aseguraron la fecha por la reciente operación de una de las hermanas. La abadesa, sor Luisa María, nombrada a principios de este año directamente por el Vaticano para dirigir la comunidad religiosa alicantina, dijo primero que «todavía no se van» pero más tarde señaló que no podía garantizar la permanencia de las Clarisas en Santa Faz porque «no sé lo que va a pasar mañana».

Mientras unas fuentes eclesiásticas indicaron que está en el aire la sustitución de las Clarisas, es decir, si volverá a haber monjas cuidando de la Reliquia, el deán del Cabildo, Ramón Egío, dijo que el monasterio de la Santa Faz no se quedará sin religiosas y que vendrán otras para atender el servicio que se presta. Personas próximas a las hermanas afirman que el Obispado llevará a sus propias monjas. Y aseveraron que el problema se habría resuelto trayendo una hermana desde los conventos de Elche, Murcia o Hellín (Albacete), e incluso de Gandía, donde tienen su origen. Así alcanzarían las cinco que pide el Vaticano para mantener el monasterio sin tener que forzar la salida de las cuatro que quedan, con el daño que supone para Alicante y su tradición.

El capellán del monasterio, José Luis Casanova, admitió que han tenido que asumir los cantos y la sacristía al no poder las hermanas, e incidió en que no sólo ellas están al servicio de la Faz Divina, «también un servidor y mucha gente». Y dijo que una cosa son las monjas y otra la Santa Faz, distinguiendo entre ambas pese a que las religiosas vinieron hace 500 años a Alicante para custodiarla en exclusiva.

Recogida de firmas

Desde la plataforma Change.org se ha lanzado una campaña de apoyo a las Clarisas de Santa Faz dirigida al Papa Francisco. La petición, que fue iniciada hace 7 meses, ha recogido cerca de 2.000 firmas.

El domingo instalarán tres mesas de recogida de firmas en puntos cercanos al convento como el hotel, el bar y, posiblemente, la plaza. Asimismo, hacen un llamamiento a los alicantinos ara que vayan al caserío a apoyar.