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Aseos públicos en la calle para los mayores

Psicólogos reunidos en Alicante reivindican que se permita a las personas de edad poder entrar a los baños de los comercios

Un numeroso grupo de personas mayores, en los bancos de la Plaza América de Alicante. RAFA ARJONES

Las grandes ciudades no están hechas para las personas mayores. Algo que puede cambiar en los próximos años gracias a una iniciativa de la OMS denominado «Ciudades amigables», a la que se han adherido 12 localidades en la Comunidad Valenciana, tres de ellas en la provincia: Calpe, Alfaz del Pi y Elche.

El objetivo «es hacer que las ciudades faciliten el envejecimiento de una manera activa, que reestructuren sus entornos y sus políticas para mejorar la calidad de vida de la población mayor», señala Javier Bendicho, psicólogo y vocal de la Sociedad Valenciana de Geriatría. Bendicho participó ayer en la IV jornada nacional de psicología del envejecimiento, organizada por el Colegio de Psicología de la Comunidad Valenciana en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante.

En España es el Imserso el encargado de articular este ambicioso proyecto que nace no solo por el envejecimiento de la población sino por el modo de vida urbano de los mayores. «El 73% de la población mayor en Europa ya vive en grandes ciudades y en los próximos años serán dos tercios». Para que una ciudad sea «amigable» para sus vecinos más mayores, la OMS marca una serie de requisitos que se deben cumplir en distintos ámbitos. Requisitos que son muy exigentes, «hasta el punto de que se estima que para que una ciudad obtenga esta catalogación son necesarios por lo menos 5 años y a partir de ahí el proyecto se va actualizando continuamente».

Además del desembolso económico y la disponibilidad de recursos técnicos y humanos por parte de los ayuntamientos, Bendicho señala que muchas iniciativas para adaptar la ciudad a los mayores dependen más de la imaginación que del dinero. «Una buena idea es que los comercios permitan usar los aseos a las personas mayores o que vuelvan a instalarse aseos públicos. También que se instalen más bancos en las calles y que por ejemplo sean circulares para fomentar la interacción social entre ellos».

En este sentido, señala el psicólogo, «las ciudades del norte de España van a la cabeza en esto, con acciones tan sencillas como efectivas». Por poner ejemplos, Bendicho señala que Bilbao ha decidido instalar sillas en los museos para que hagan uso de ellas los mayores.

Actualmente los principales obstáculos de las grandes ciudades para los mayores son las barreras arquitectónicas y la movilidad en el transporte público.

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