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Según expertos

Expertos advierten de que el mayor número de casos ocultos de maltrato se da a partir de 65 años

El sentimiento de vergüenza, la soledad y el deterioro cognitivo provocan que la víctima no alerte sobre su situación

Cerca de 900 personas se dan cita estos días en el Auditorio de la Diputación. rafa arjones

Las mujeres mayores de 65 años es uno de los grupos más susceptibles de sufrir malos tratos, pero también en el que más se ocultan estas situaciones. Así lo puso ayer de manifiesto la socióloga Carmen Sánchez Moro, quien participó en la primera jornada del Congreso sobre la Violencia contra la Mujer, que organiza la Diputación en el ADDA. Un miedo a denunciar por parte de las mujeres más mayores que viene determinado por distintos factores. «Temen la represión que puede ejercer el entorno. En ocasiones también hay un sentimiento de vergüenza, soledad, falta de apoyo e incluso un deterioro cognitivo que hacen que estas situaciones no salgan a la luz». Sánchez Moro recuerda que el 17% de las víctimas por malos tratos en lo que llevamos de año eran mayores de 65 años.

Otras de las víctimas olvidadas de la violencia machista son los niños, pese a la grave repercusión que estas situaciones tienen en los más pequeños. «El 50% de los hijos de víctimas tiene una relación patológica con ellas», según recordó la psicóloga de la Universidad Autónoma de Madrid, María Ángeles Espinosa, quien también participó en estas jornadas.

Los niños y la mujeres mayores, víctimas silenciosas de la violencia machista

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En el congreso que se celebra ayer y hoy en el ADDA también se ha hablado de las experiencias con agresores condenados por violencia de género. Los programas desarrollados por Instituciones Penitenciarias están dando en este sentido buenos resultados. «Solo el 6,8% de los maltratadores que participaron en estos programas volvió a ser denunciado por violencia machista», explica Jesús Herranz, psicólogo del Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent. Un porcentaje que se elevaría hasta el 15% según las estimaciones de los expertos «si se tuvieran en cuenta los casos que no se denuncian».

En las jornadas de ayer, Susana Díaz, psicóloga de la asociación CUPI, habló de su experiencia de intervención con condenados por violencia machista. En los programas que se desarrollan con condenados se trabajan distintos aspectos psicológicos, como puede ser la empatía, las emociones, la autoestima. También se abordan los micromachismos y las distorsiones cognitivas, como pueden ser los mitos del amor o los celos, y que son «que es el germen de la situación de dominación que ejercen en sus parejas».

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