La Autoridad Portuaria de Alicante ha convocado una subasta pública el próximo miércoles para tratar de deshacerse de la"réplica" del Santísima Trinidad con un precio de salida de 152.000 euros. Tras catorce meses amarrado en un muelle auxiliar junto al complejo Panoramis, tras retirarlo de la Marina Deportiva en julio de 2017, el Puerto declaró el "artefacto nàutico" en situación de abandono el pasado febrero y ahora trata de venderlo al mejor postor.

Si la subasta quedara desierta y no hubiera adjudicatario, el Santísima Trinidad acabará en el desguace. El plazo de presentación de ofertas finalizó el pasado martes, habiéndose fijado la subasta para el 7 de noviembre. En la sede de la Autoridad Portuaria de Alicante no se ha recibido oferta alguna pero hay que esperar al miércoles que viene para conocer si se han presentado en otras adminstraciones o, incluso, si llegara alguna el mismo día 7. De no ser así, al desguace y las costas al Puerto.

El problema no es el precio de la subasta, porque si la "réplica" pudiera abrirse al público se amortizaría en menos de tres temporadas, pero para que Capitanía Marítima autorice su actividad debe pasar previamente una inspección en un dique seco, y ello conlleva un remolque hasta Cartagena o Dénia, más las actuaciones a que obligue Capitanía tras la inspección, un proceso inviable económicamente a no ser que luego opere en alguno de esos puertos.

Triste final, salvo que haya compradores, para la "réplica" del que fuera un un navío español de 120 cañones en un principio, ampliados hasta 140 con posterioridad. Fue el barco más grande de su época, por lo que recibía el apodo de "El Escorial de los mares", y fue uno de los pocos navíos de línea de cuatro puentes que existieron. A pesar de ello, no resultaba muy eficaz por lo torpe y lento de su navegación. Fue hundido en la Batalla de Trafalgar. Su destino es el que decida el adjudicatario.

El Santísima Trinidad fue el buque insignia de la Armada Española en el siglo XVIII. Dotado de 112 cañones, el navío era el más grande de la época. Combatió en todas las batallas españolas desde 1769 hasta su final en la de Trafalgar, en 1805, tras la que acabó hundiéndose por los daños sufridos.