La inmigración ilegal, la Defensa conjunta, el Brexit, el auge de los populismos y extremismos, el anuncio de retirada de la canciller Merkel de la primera línea política, los presupuestos de Italia, Rusia, Trump... El secretario de Estado para la Unión Europea, Marco Aguiriano, no se dejó ningún tema de actualidad en el tintero en el encuentro celebrado ayer con la sociedad alicantina organizado por Casa Mediterráneo en el hotel AC. La cita se enmarca en la «Consulta ciudadana sobre el futuro de la Unión Europea» que se está realizando en un centenar de ciudades españolas y en el resto de países miembros ante el «sentimiento de desconexión de los ciudadanos con la UE» y el «momento crucial y crítico» que vive la institución. Las conclusiones de estos encuentros llegarán a los jefes de gobierno de los países miembros, que los discutirán el próximo mes de diciembre, anunció Aguiriano.

En Alicante acudieron a escuchar y plantear sus preguntas al secretario de Estado, entre otros, el delegado del Consell en Alicante, Esteban Vallejo, la portavoz municipal socialista Eva Montesinos, los ediles del PSOE Fernando Marcos, Miguel Castelló y Rosana Arqués, la secretaria del Consejo Social de la Universidad de Alicante, Aránzazu Calzada, el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Alicante, Francisco Rodríguez, su antecesor, el coronel Manuel Muñoz, el comandante naval Gustavo Gutiérrez, los abogados del Estado Diego Abautia y Vicente Fenellós, el presidente de Uepal, Juan José Sellés, Agustín Grau, de la Euipo, representantes vecinales y profesionales liberales como el médico Jaime Merino o el arquitecto Alfonso Navarro.

De la intervención de Aguiriano se sacó en claro que la mayor amenaza para Europa en estos momentos es el problema de la inmigración ilegal. «Ciertos países muestran sus reticencias a albergar a personas con una idiosincrasia distinta. La crisis financiera se pudo reconducir pero las migraciones afectan a elementos como la identidad, la lengua, la religión y la integración y son un puntal para los nacionalismos. Se llegan a poner en tela de juicio valores fundamentales como la libre circulación y la solidaridad», advirtió el secretario de Estado. En este sentido, Aguiriano se mostró partidario de penalizar sin fondos estructurales a los estados miembros que no se sometan a los valores de la Unión. «La capacidad para resolver este problema será fundamental porque puede ser un disolvente poderoso», sentenció. Aunque se trata de un problema amplio y complejo, el secretario de Estado explicó que «se está avanzando». Así, el caso del barco Aquarius que recaló en Valencia con más de 600 inmigrantes a bordo tras el cierre de puertos en Italia, «ha consolidado el criterio de la responsabilidad compartida». Admitió que la presión de la inmigración ilegal ha crecido en España aunque matizó que «a Europa han llegado la mitad de inmigrantes este año que el año pasado». Para aliviar esta presión, citó la ayuda de 140 millones que recibirá Marruecos para ayudar a contener los flujos de migrantes subsaharianos. Y apostó también por firmar acuerdos para el retorno de inmigrantes con países con los que actualmente no existen a cambio de incentivos.

Unión económica

Por otra parte, consideró que «una ruptura indolora entre un Estado miembro y la UE no existe» en referencia al Brexit y señaló que los británicos «están cada vez más convencidos de que no pensaron suficientemente el voto» en el referendum. No obstante y frente a la visión catástrofista que apuntaba al Brexit como el primer paso para deshacer la Unión, Aguiriano aseguró que «ha servido para cohesionar más» a los países miembros. Incluso consideró que las reticencias del Reino Unido frenaron una mayor integración de los países convencidos y abogó por avanzar en la unión económica con el Banco Central Europeo, la garantía de depósitos y la facilidad crediticia.

En cuanto al auge de los populismos, el secretario de Estado argumentó que «la extrema derecha y la extrema izquierda dan respuestas simplistas a problemas reales de los ciudadanos y las hemos infravalorado durante mucho tiempo. Tenemos que ser capaces de dar respuestas sencillas y eficaces». Además, informó de que la UE está rediseñando su estrategia en las siempre complejas relaciones con la Rusia de Putin. Y señaló que frente a una guerra comercial entre EE UU y China, Europa se vería obligada a incrementar el comercio con el gigante asiático. Preguntado por la polémica con la Euroorden en Bélgica y Alemania a cuenta de Puigdemont, Aguiriano contestó que se trabaja en ampliar la lista de delitos a los que da cobertura.