Más de 1.100 kilómetros pedaleando de un extremo a otro de la península ibérica por un fin solidario: dar a conocer el síndrome Dravet, una enfermedad rara sin cura hasta la fecha, provocada por una mutación genética, que ya está detectada en siete familias de la provincia.

Dos trabajadores de la empresa de autobuses Vectalia, Ángel Domenech y Carlos Conesa, llegaron ayer en torno a las doce del mediodía a la plaza del Ayuntamiento de Alicante. Venían acompañados de otro compañero, Fernando Valois, que les ha dado apoyo logístico en una furgoneta desde Santiago de Compostela hasta Alicante. A la comitiva se unió un grupo de amigos ciclistas que se juntaron en el último día de ruta solidaria, bien desde Albacete, desde Jumilla o desde Agost.

En la plaza les esperaba las familias de la Fundación Síndrome de Dravet, que ayer pidieron fondos para investigar un tratamiento que ayude a paliar la enfermedad.