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Para impedir instalaciones peligrosas

El Ayuntamiento ve «inaplazable» cambiar el Plan del Puerto

La corporación en bloque aprueba en el pleno una declaración institucional para instar a la Autoridad Portuaria, a la Concejalía de Urbanismo y a la Generalitat a que «desestimen» la macroplanta de combustible

El Ayuntamiento urge cambiar los planes de uso del Puerto

Un «no» rotundo sin salirse del guión previsto. El Ayuntamiento de Alicante en bloque se posicionó ayer en contra de la implantación de una macroplanta de combustible en el Puerto de Alicante. Lo hizo aprobando por unanimidad la declaración institucional que pactaron un día antes, «en un ejercicio de responsabilidad política», los cinco grupos municipales, a la que ayer se sumaron también los dos concejales tránsfugas. Así, toda la corporación mostró unidad contra un proyecto contestado también por unos vecinos que ayer acudieron al pleno de Alicante para «lamentar» que la ciudad vuelva al debate sobre la construcción de macrodepósitos más de veinte años después de que se trasladase la planta de CLH del Puerto.

La inacción política desde que en 1995 se firmase un convenio a cinco bandas (Ayuntamiento, Generalitat, Autoridad Portuaria, Gobierno central y la empresa de hidrocarburos) para sacar los depósitos de combustible de suelo portuario ha llevado a que los grupos municipales consideren ahora «inaplazable modificar los planes que regulan los usos y el urbanismo del Puerto para que proyectos» como la macroplanta con capacidad de 711.000 metros cúbicos «no puedan volver ni siquiera a plantearse», es decir, para que «no tengan cabida proyectos lesivos para la ciudad» sobre terreno portuario.

Este compromiso es uno de los que se recoge en la declaración institucional que salió ayer adelante con el apoyo de todos los concejales y que insta a la Autoridad Portuaria a «iniciar los trámites para modificar el Plan de Utilización de los Espacios Portuarios y el Plan Especial del Puerto para que no puedan implantarse en el ámbito portuario instalaciones peligrosas», abordándose -prosigue el documento aprobado ayer- la «determinación de los usos predominantes, compatibles o prohibidos, así como posibles distancias mínimas respecto a núcleos urbanos, barrios o dotaciones públicas».

Con ese compromiso de un futuro supuestamente inmediato sobre la mesa, un «reto» en palabras del concejal Miguel Ángel Pavón, que ayer fue la «voz» de todos los grupos municipales en este debate, en el pleno también se habló ayer de presente, de los mecanismos dentro de la legalidad vigente para bloquear la implantación de 18 macrodepósitos (de hasta 30 metros de altura y 50 metros de diámetro) que se incluyen en un proyecto que se encuentra ahora en exposición pública en el Puerto.

La declaración que sumó el apoyo de todos, tras ser pactada al milímetro el pasado miércoles entre PP, PSOE, Guanyar, Cs y Compromís, acuerda instar a las tres principales administraciones implicadas (Puerto de Alicante, Concejalía de Urbanismo y Generalitat Valenciana) a «desestimar conforme a derecho» las solicitudes, autorizaciones o licencias que se soliciten desde la empresa con sede en la provincia de Valencia [XC Business 90] que promueve una macroplanta de combustible dividida en dos fases y que, según la previsión de la promotora, estaría en funcionamiento con dos macrotanques en el primer semestre de 2019.

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Pleno del Ayuntamiento de Alicante

«Marea imparable»

Pavón, en su intervención, insistió en el «no claro y unánime» del Ayuntamiento al proyecto, recordando que el convenio suscrito por las cuatro administraciones en 1995 ya recogía la oposición a que se implantasen «en el futuro» instalaciones de productos petrolíferos. «Es un sinsentido, un despropósito que se pretendan instalar 18 enormes depósitos a menos de mil metros de barrios de la ciudad, de centros escolares o de la sede de Casa Mediterráneo», señaló Pavón en nombre de todos los grupos municipales, en una intervención en la que habló de compromisos políticos tras un cuarto de siglo del Ayuntamiento de Alicante y el Puerto mirando hacia otro lado: «Ese sinsentido se hace mayor si tenemos en cuenta que hace 23 años la Autoridad Portuaria, el Ayuntamiento, la Generalitat y el Gobierno firmaron un convenio para trasladar los antiguos depósitos de combustible, comprometiéndose en que en el futuro no tenía que haber instalaciones de productos petrolíferos en el Puerto. El Ayuntamiento reitera hoy ese compromiso y espera que el resto de administraciones hagan lo propio».

Con esa petición directa en el ambiente, Pavón recordó que el proyecto recibirá alegaciones desde varios frentes: «La ciudadanía va a decir de forma muy contundente 'no', también habrá alegaciones desde la Concejalía de Urbanismo y de partidos políticos. Una marea que crece imparable para que Alicante ampare proyectos incompatibles con el desarrollo sostenible de la ciudad». Eso sí, Pavón puso énfasis en que el «no» de las administraciones debe contar con el aval legal para evitar caer en posible prevaricación: «Siempre conforme a derecho para que la ciudad de Alicante pueda seguir trabajando en la integración con el Puerto».

Pavón, en sus palabras, hizo un guiño a los vecinos de la zona sur, que ya se unieron para luchar contra los graneles y que ahora han vuelto a rebelarse contra los macrodepósitos para gasolina y gasóleos. En su nombre, tomó ayer la palabra José María Hernández Mata, de la Voz de la Florida, quien criticó que la inactividad política para impedir este tipo de proyectos en la franja litoral haya permitido reabrir un debate que, a su juicio, tendría que estar solucionado desde los años noventa.

Sin matices

En su intervención, el representante vecinal mostró su reticencia ante la postura que tome la Autoridad Portuaria y el Gobierno autonómico: «Seguramente, la dirección del Puerto no escuchará este clamor y pretenderá seguir con el proyecto. Y es necesario que la actitud del Consell no se quede en meras declaraciones públicas, sino que actúe sin matices». Hernández Mata, en su turno, reconoció que entre los vecinos «saltaron las alarmas» por el polémico proyecto gracias a lo publicado por este diario. Una alarma, continuó, que aumentó ante la «falta de reacción» política, con «dudas, matizaciones y esperas». Una crítica, eso sí, de la que salvó al portavoz de Guanyar: «Pavón tuvo las ideas claras de que había que oponerse a esta barbaridad, también INFORMACIÓN y su director general de Contenidos, Juan R. Gil, que publicó un artículo [«No es no», el pasado domingo] que fue el detonante del cambio de la actitud de nuestros responsables políticos que entendieron nuestro 'No es no' sin matices».

Por su parte, el alcalde, el popular Luis Barcala tomó la palabra para cerrar un debate sin choques, poniendo el punto final con dos palabras medidas: «Gracias y enhorabuena». Ahora, con el «no» unánime del Ayuntamiento de Alicante, llega el turno para la presentación de alegaciones en un plazo que acaba el 12 de noviembre.

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