Una nutrida representación del mundo jurídico de Alicante se dio cita ayer en la confluencia de la plaza Manila con la hasta ahora calle de Enrique Madrid, en el barrio del Pla-Carolinas de Alicante, para proceder a la colocación de la placa con el nombre del fiscal Miguel Gutiérrez Carbonell con el que se ha renombrado esta vía en aplicación de la Ley de Memoria Histórica.

Como a «un hombre bueno» , «un amigo» o «un ejemplo» se refirieron a quien fuera teniente fiscal de Alicante los presentes, entre los que se encontraba el fiscal jefe de Alicante, Jorge Rabasa, el fiscal del Tribunal Supremo Juan Carlos López Coig, el teniente fiscal José Llor, el coordinador de la Fiscalía de Benalúa Ramón Siles, el fiscal Anticorrupción Felipe Briones, o el de delitos económicos Antonio López Nieto, entre otros.

En un emotivo acto, en el que en presencia de su viuda los dos hijos de quien también fuera presidente de la Asociación Miguel Hernández de Alicante recordaron con cariño la figura de su padre, Rabasa explicó que Gutiérrez «tenía grandes amigos» y se refirió a él como a «un maestro».

Entre los presentes también se encontraban el decano del Colegio de Abogados de Alicante, Fernando Candela, junto a varios abogados, el expresidente de la Audiencia y ahora miembro del Consejo Jurídico Consultivo Faustino de Urquía, el magistrado jubilado Luis Segovia y representantes de UGT, del PSOE y de la junta de distrito que propuso el nombre de jurista, además de amigos y familia.

Luchador incansable contra la siniestralidad laboral y miembro activo de la Comisión Cívica de la Recuperación de la Memoria Histórica, la Unión Progresista de Fiscales (UPF) a la que pertenecía, se refirió al él como a un «progresista como pocos» y quien «durante muchos años, años difíciles, luchó contra el franquismo, fue fundador de Justicia Democrática y como fiscal, fiscal del pueblo, destacó en defensa de los derechos de los demás». También la fiscal general del Estado, María José Segarra, recordó ayer a Miguel Gutiérrez, fallecido hace una década, como «una fuente de inspiración y ejemplo».

El jurista dirigió los trabajos para rescatar el expediente carcelario de Miguel Hernández gracias a lo que pudo ser publicado en 1992 bajo el título «Proceso y expediente contra Miguel Hernández (ensayo jurídico sobre el derecho represor franquista, 1936-1945)». Desde su ideología marxista, no cesó de luchar en defensa de los derechos de los más débiles.