La situación perfecta para que se produzca una gota fría entre mañana y el sábado en la provincia. El hecho de que la temperatura del mar se encuentre dos grados por encima de lo habitual en estas fechas, el viento de levante de largo recorrido marítimo, el alto grado de humedad en capas medias y bajas de la atmósfera y la bolsa de aire frío en capas altas provocan una situación «de libro», según explica Samuel Biener, del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante (UA), que dirige el catedrático Jorge Olcina. Además, el sistema montañoso de la provincia ayuda en estas circunstancias a la formación de tormentan al elevar súbitamente el viento húmedo hacia capas altas.
El laboratorio estudia desde hace una semana los modelos y mapas meteorológicos, que cambian en cuestión de horas. Ayer manejaban dos modelos: uno prevé lluvias muy fuertes entre Valencia y Tarragona y el otro entre Almería y Valencia. Si hoy se producen variaciones y coinciden ambos ya se prodrá realizar una previsión más precisa, indica Biener. Aún así, hasta horas antes de mañana jueves o incluso esa misma mañana la situación puede variar. «Algunos mapas que manejamos nos dan acumulados de entre 200 y 400 litros en un intervalo de entre 24 y 48 horas, pero una leve variación de las condiciones puede desplazar las tormentas y que apenas caiga algo de lluvia», matiza este experto. No obstante, sí se puede hablar de lluvias generalizadas en el litoral mediterráneo entre mañana y el sábado, pero éstas no serán necesariamente torrenciales. Para Biener, las gotas frías son «las situaciones más difíciles de prever de Europa, a diferencia de los frentes atlánticos que se pueden decir con la precisión de un reloj suizo».
Por ello, desde el Laboratorio de Climatología de la UA no quieren alarmar pero sí alertar para que la población tome medidas de protección en caso de que finalmente se produzcan lluvias torrenciales. Entre otras cosas, y teniendo en cuenta el modelo urbanístico litoral recomiendan mirar los mapas cartográficos del Patricova para saber si se está en una zona inundable y así poder evitarla. «Mucha gente no sabe que por ejemplo la avenida de Dénia y la avenida del Doctor Rico eran barrancos antes de que se construyera o que la Playa de San Juan está bajo el nivel del mar», precisa. Y animan a consultar la Aemet y Protección Civil para conocer las alertas.
En el laboratorio utilizan además de los modelos, las imágenes de satélite de alta precisión que unas doce horas antes ya permiten ver el tamaño de la masa nubosa y el componente del viento que sopla para saber en qué medida afectarán las lluvias. Momentos antes usan también un radar. Dos días antes de una previsión de gota fría en el laboratorio no se despegan de los monitores y revisan cada hora todos los datos para ofrecer información a través de las redes sociales. Una vez que la lluvia empieza a caer recurren a la estación meteorológica que tienen instalada en la azotea del edificio del campus en el que se ubica el laboratorio de donde sacan los registros.
«Si se produce una gota fría desde el punto de vista científico nos nos ayudaría a comprender mejor un fenómeno que debido al cambio climático ahora se puede producir casi en cualquier época, aunque tardaremos años en poder predecir de manera fiable estas situaciones extremas asociadas a la gota fría», afirma Biener.
