Cambio de planteamiento de Ciudadanos, que ayer hizo un guiño público al PP y PSOE para negociar los presupuestos del Ayuntamiento de Alicante para 2019,un año marcado por citas electorales como las municipales de mayo. Cs (5 ediles) propuso ayer la creación de una «mesa de negociación» con los grupos de PP (8) y PSOE (6) para «consensuar los presupuestos de 2019 desde la centralidad política». La portavoz municipal de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, invitó ayer al partido que lidera el gobierno y al que estuvo al frente del Ayuntamiento entre junio de 2015 y abril de este año para sentarse a negociar las próximas cuentas municipales. «Tras este mandato fallido, repleto de sobresaltos y escándalos, los tres partidos tenemos la obligación política de hacer algo útil para los ciudadanos. Alicante necesita unos presupuestos para 2019 sensatos, confeccionados desde la centralidad política, y pensando en los intereses de los vecinos y en las líneas estratégicas para atraer inversiones a la ciudad que generen riqueza y empleo», señaló ayer la líder municipal de Cs, una formación que se ha convertido el último medio año en socio preferencial del gobierno local de Barcala. Sin ir más lejos, este lunes, junto a los tránsfugas Nerea Belmonte y Fernando Sepulcre, Cs permitió que el ejecutivo local del PP sacara adelante una reducción lineal del 5% del IBI.

Para Ciudadanos, la situación actual en el Ayuntamiento «obliga a hacer un esfuerzo a las tres formaciones políticas [en alusión a PP y PSOE] para confeccionar un documento, el de los presupuestos, con una base sólida, sin que nadie se apunte medallas partidistas, y prescindiendo de lo que hagan los ediles tránsfugas que se han convertido en protagonistas indeseables de la vida política».

Esta mano tendida desde el grupo municipal de Ciudadanos se produce mientras el entorno del presidente de Cs, Albert Rivera, ha hecho llegar al jefe del Consell, el socialista Ximo Puig, un mensaje: «Tenemos que hablar», a la vista de los resultados de las últimas encuestas, según los cuales la formación naranja y el PSPV «sumarían» de cara a un hipotético gobierno en la Generalitat, hoy gobernada por socialistas y Compromís, con el apoyo de Podemos.