Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ante la oposición de la izquierda

El alcalde Barcala se apoya en la tránsfuga Belmonte para bajar un 5% el IBI

El gobierno local necesita a la ex de Guanyar para aprobar la reducción del impuesto, apoyado por Cs y Sepulcre

Con la cooperación necesaria de nuevo de la tránsfuga Nerea Belmonte (ex de Guanyar), el gobierno municipal del PP, liderado por Luis Barcala, consiguió ayer su propósito de rebajar un 5% el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), cuya modificación se aprobó gracias a los votos a favor del bloque de derechas (PP, Cs y el tránsfuga Sepulcre, ex de Cs), al que se unió la exconcejala de Guanyar. No hace aún seis meses que Belmonte propició la llegada del PP a la Alcaldía gracias a su voto en blanco en un pleno de investidura que finalizó con la vara de mando en poder de Barcala.

Tras la ausencia de la edil tránsfuga en la Comisión de Hacienda celebrada hace una semana, en la que el resto de la corporación mostró sus cartas, la incertidumbre sobre su postura en el decisivo pleno de ayer duró menos de lo previsto. Apenas unos minutos. De hecho, ya se pudo vislumbrar cuando, con su voto a favor, permitió que la sesión plenaria de ayer salvara el escollo de la urgencia (por ser convocado con menos de dos días de antelación). En contra se mostraron, en cambio, los exsocios del tripartito, a los que ayer se les vio en una mayor armonía que cuando compartían gobierno local en Alicante.

Ya en el propio debate sobre las modificaciones de cuatro ordenanzas fiscales (además del IBI, también salieron adelante cambios en el Impuestos de Actividades Económicas, en el relativo a la construcción y el de vehículos), Belmonte tomó la palabra para mostrarse abiertamente «a favor de la rebaja del IBI», que supondrá una disminución de unos 14 euros de media en el recibo. En su primera intervención, la ex de Guanyar defendió que el dinero está mejor en el bolsillo de los ciudadanos que en el Ayuntamiento. «Da igual que una familia pague 1 o 15 euros menos de IBI. Ese dinero es suyo, no nuestro», señaló Belmonte, quien añadió que los cambios en los impuestos los hacen «más sociales».

La tránsfuga Belmonte permite bajar un 5% el IBI en Alicante

La tránsfuga Belmonte permite bajar un 5% el IBI en Alicante

La tránsfuga, que ayer de nuevo fue la protagonista del pleno, recurrió a la línea argumental expuesta previamente por el concejal de Hacienda, el popular Carlos Castillo, para explicar el signo de su voto, recordando que otras ciudades gobernadas por formaciones de izquierdas (como València, Cádiz o Zaragoza) también han aprobado rebajas recientes en el IBI. Castillo, por su parte, atacó a los ex del tripartito por no querer «devolver» a los ciudadanos el «esfuerzo» realizado durante los años en los que el Ayuntamiento estuvo invertido por Hacienda. «Bajar los impuestos es hacer un ajuste de cuentas con ellos. Esta medida afecta a todos los alicantinos», añadió Castillo, coprotagonista de un pleno en el que tuvo para todos los de la bancada de enfrente, especialmente para el portavoz de Compromís, Natxo Bellido, al que llegó a calificar de «vago», siguiendo la línea marcada por Barcala en el pleno de septiembre, y del que se mofó por el tono de sus intervenciones, de bajas revoluciones.

Todos a una

Al dar a conocer su voto nada más empezar el pleno, Belmonte se convirtió en el centro de la crítica de los grupos de izquierdas, que acusaron a la tránsfuga de estar alineada «con la derecha», al ir de la mano de PP y Ciudadanos en la principal votación de la sesión de ayer. El más directo en sus palabras fue el portavoz de Guanyar, Miguel Ángel Pavón, quien lamentó no «saber a cambio de qué» una concejala que llegó al Ayuntamiento en una lista impulsada por partidos de izquierdas como EU y Podemos (a través de la marca blanca Guanyar) votaba con el PP y Ciudadanos. «Es triste», reconoció el que fuera vicealcalde en la etapa del tripartito. En una línea similar se mostraron en el PSOE y en Compromís. Al finalizar el pleno, la socialista Eva Montesinos fue aún más taxativa: «Es siempre la misma película, con Barcala apoyándose en la tránsfuga que iba en una lista de izquierdas». Desde Compromís, la concejala Sonia Tirado respondió a la adscripción de Belmonte con el bloque formado por PP y Cs: «Aquí, la que es de derechas es usted».

Cs busca aliados

Pero no solo la izquierda apuntó a la tránsfuga Belmonte, sino que Ciudadanos también siguió ese camino, aunque en dirección contraria, en un intento de buscar aliados en otros grupos municipales para que no se ligase su marca a Belmonte y Sepulcre. La portavoz de la formación naranja, Yaneth Giraldo, lamentó que los exsocios del tripartito (PSOE, Guanyar y Compromís) permitieran con su voto en contra de la rebaja del 5% del IBI (que consideran «electoralista, populista y demagógica») que los concejales tránsfugas fueran «decisivos». Su crítica, como era de esperar, no cambió un ápice las intenciones de la izquierda, que votó en bloque a favor de sendas enmiendas presentadas por los grupos de Pavón y Bellido para bloquear la rebaja lineal. Sin embargo, los intentos no cristalizaron: PP, Cs y Sepulcre se opusieron a esas enmiendas, mientras que Belmonte se abstuvo, obligando en ese punto a que Barcala hiciera uso de su voto de calidad como alcalde. En la votación definitiva sobre el IBI, todos se mojaron, con la tránsfuga votando con el bloque de derechas.

El resto de modificaciones de las ordenanzas fiscales salieron adelante de manera holgada. Solo Guanyar se opuso a los cambios en el impuesto de vehículos (IVTM) y al que afecta a grandes empresas (IAE), en el que el PSOE se abstuvo. También hubo un punto que se aprobó por unanimidad: el impuesto sobre construcciones. Al finalizar el pleno, Barcala sacó pecho, pese a necesitar a Belmonte para su propósito: «Nos jugábamos mucho. Si no hubiera salido la reforma fiscal, el tripartito hubiera dado carpetazo a este mandato».

Compartir el artículo

stats