n Las empresas que se dedican a la venta de trabajos de fin de máster y de fin de grado luchan en Internet por un hueco en los primeros resultados de búsqueda; pujan por aparecer bien arriba en el gigante Google cuando alguien teclea con la intención de comprar el documento que cierra su expediente académico. Con solo escribir «Comprar TFG en Alicante», siendo «tfg» las siglas de trabajo de fin de grado, encontramos siete webs que han pagado por estar ahí, así como muchas otras que les acompañan.

El primer clic cae sobre una de ellas, en la que de pronto aparece una ventana emergente en el margen derecho inferior. «Buenos días. Mi nombre es Enrique, ¿en qué te puedo ayudar?», escribe alguien en este espacio.

Le planteamos un problema ficticio: le hemos dicho a nuestro profesor que tenemos el trabajo terminado sin haberlo empezado y nos ha pedido que se lo enseñemos la semana que viene. Entonces, Enrique lanza las dos primeras preguntas: «¿Qué has estudiado? ¿cuando tienes la entrega?».

Nos confirma que puede tener el trabajo para dentro de siete días, pero que para que puedan arrancar necesita un correo electrónico al que enviar una serie de preguntas. «Lo mejor será que me des un correo para poder pasarte nuestro formulario. Cuando lo recibamos completado, te damos un presupuesto».

Antes de darle una dirección a la que enviar el cuestionario, pide que adjuntemos en nuestra respuesta «alguna guia con las normas y pautas del proyecto» que nos hayan dado en la universidad. «Trata de pasármelo en el transcurso de la tarde así, aprovechamos el tiempo que nos queda», añade Enrique.

El formulario que recibimos es el que aparece junto a estas letras, un documento que pide, entre otros, información sobre el tema del proyecto, la fecha final y el número de páginas.

Al apresurarnos con la pregunta del coste, Enrique nos frena: «Hasta que no tenga la guía, no la podré mandar al equipo de profesionales para que lo valoren y te den un presupuesto acorde a tus necesidades».

Sin embargo, tras incidir, nos ofrece una aproximación. En este caso, nos costaría más de 450 euros por «el escaso tiempo» y porque su servicio, apunta, «no lo da ninguna otra empresa». «Contamos con Turnitin», añade.

Turnitin se trata de una herramienta que emplean los docentes responsables de trabajos académicos como tesis doctorales, TFG y trabajos de fin de máster para evitar el plagio en los documentos que reciben de sus alumnos. Hecha la ley, hecha la trampa.