Hombres y mujeres enferman de manera diferente, aunque la mirada hasta el momento en medicina siempre se ha puesto sobre el hombre. Las enfermedades se estudian sobre modelos masculinos y los participantes en ensayos clínicos en la inmensa mayoría de los casos son hombres.

Pero desde hace unos pocos años se empieza a conocer que hay enfermedades tan clásicas como el infarto que no tienen los mismos síntomas en ellos que en ellas. En otras ocasiones, incluso presentando los mismos síntomas, a ellas se les diagnostica otra enfermedad, sólo por el hecho de ser más prevalente en mujeres.

Afortunadamente, ya comienzan a ver la luz las primeras investigaciones centradas en desentrañar esas diferencias de género que se dan en el diagnóstico y tratamiento de distintas enfermedades.

El Hospital General de Alicante lidera en este sentido un estudio para determinar si se tarda más en diagnosticar a las mujeres que a los hombres cuando sufren la enfermedad inflamatoria intestinal. Se trata del primer trabajo de estas características que se hace en el área de digestivo. Los investigadores parten de la hipótesis de que, ante los primeros síntomas de esta dolencia, «ellas dan más vueltas y requieren de más visitas al especialista hasta llegar al diagnóstico final porque estos síntomas se confunden con la enfermedad del intestino irritable, mucho más frecuente en mujeres que en hombres», explica Rodrigo Jover, responsable del servicio de Digestivo en el Hospital General de Alicante.

Esto implicaría que a los hombres se les haría antes una colonoscopia, que es la forma de diagnosticar esta enfermedad. Para demostrar si esta hipótesis es válida van a comenzar estudiando a 600 pacientes diagnosticados recientemente de enfermedad inflamatoria intestinal, que incluye la enfermedad de crohon y la colitis ulcerosa.

El estudio se prolongará durante un año y medio y ya se ha reclutado a un tercio de los enfermos que van a participar en este trabajo. Los investigadores también quieren ver si existen diferencias en cuanto al esfuerzo terapéutico a la hora de tratar esta dolencia. Los resultados arrojarán luz en las diferencias de género que existen a la hora de diagnosticar dos enfermedades muy comunes en el área de digestivo, pero que son muy diferentes y por lo tanto su evolución y su tratamiento es distinto. «La enfermedad inflamatoria intestinal es orgánica, progresiva y con consecuencias graves. La segunda es benigna y no tiene gravedad de manera inmediata», señala Jover.

El estudio está siendo coordinado por el Hospital General de Alicante y en el mismo colabora la Universidad de Alicante, la Universidad Miguel Hernández y los hospitales de Sant Joan, Elche y La Fe. También participa el servicio de Psicología Clínica del Hospital General de Alicante.

La perspectiva de género ha sido hasta ahora una asignatura pendiente en el campo de la medicina. «Los médicos actuamos en función de lo que hemos aprendido en la facultad y no se nos ha enseñado que en muchas enfermedades los síntomas son distintos en hombres que en mujeres», explica María Teresa Ruiz, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante.

Los ensayos clínicos, prosigue, «también toman casi siempre como modelo a los hombres y las imágenes de los libros siempre son de hombres. Las dolencias se estudian en modelos masculinos y se infiere que los síntomas serán iguales en mujeres y no siempre es así», concluye Ruiz.