Cerrada la temporada alta, el responsable de la política turística del Consell, Francesc Colomer, se muestra optimista sobre los resultados, que, subraya, deben analizarse a final de año. Reconoce su preocupación por los posibles efectos del Brexit, pero rechaza que se compita en precios «porque siempre habrá gente que venda más barato».
P ¿Cuál es su balance de la temporada turística tras los altibajos de una temporada alta marcada por los desvíos de turistas extranjeros a Turquía y Túnez?
R Mi balance es de prudencia y moderación positiva porque así lo indican las cifras. En cualquier caso creo que es momento de empezar a hablar de balance de todo el año, y no limitarnos a poner el foco en unos meses determinados del año. Estamos avanzando en la desestacionalización, que es uno de nuestros mayores objetivos, y en dejar de hablar de temporada alta o baja para empezar a afirmar que tenemos una temporada estable continua. Hemos crecido en llegadas de turistas nacionales e internacionales, y además se ha incrementado la rentabilidad.
P Investigadores de la realidad turística sostienen que el modelo sol y playa necesita reformas.
R Vivimos en una época de cambio permanente. Cambia la demanda, la forma de acceder a la información, los gustos de la gente y su forma de experimentar y disfrutar de su tiempo libre, y, por supuesto, debemos adaptarnos. El turismo de sol y playa es un producto maduro y consolidado pero en constante innovación. Las playas se van reinventando constantemente, ofreciendo nuevos productos y servicios complementarios al turista. Además, la calidad de las playas también se ha ido incrementando obteniendo cada vez más certificaciones. Ahora estamos trabajando también en el proyecto de playas inteligentes, que las dotará de mayor capacidad para ofrecer información que garantice el mejor disfrute del visitante.
P El turismo británico es el primero que ha caído en el gancho de los precios de Turquía donde, incluso, ofrecen suelo gratis para la construcción de hoteles ¿El Brexit puede suponer un hachazo?
Probablemente el Brexit tenga sus consecuencias. Es evidente que el mercado británico es sensible a los cambios, y que la situación geopolítica hace que cualquier suceso en política exterior afecte al sector turístico. Nuestra estrategia debe basarse en fidelizar, pero no a toda costa. No podemos competir en precios, siempre habrá alguien que lo haga más barato, debemos competir en calidad, diferenciación y autenticidad.
P ¿Qué mercados alternativos contempla Turisme para paliar esta posible caída?
Hay mercados muy interesantes que deben hacernos abrir el angular, como son el mercado francés, Italia, Portugal, los países nórdicos, los países asiáticos, como China. En todos ellos estamos ya haciendo labores de promoción. Además, trabajamos para diversificar la oferta, para adecuarnos a las demandas de estos nuevos turistas. Buscan experiencias muy concretas, quizá no tan cercanas al sol y playa, como pueden ser la gastronomía, la historia, el patrimonio, las experiencias deportivas, el birdwatching.
P ¿El mercado nacional?
R Un mercado en recuperación, que contribuye a desestacionalizar y mantener vivo el empleo y la dinamización del sector. De hecho, entre enero y junio de este año los turistas residentes en España han realizado un total de 8,6 millones de viajes con destino a la Comunidad, lo que supone un incremento del 5,7% respecto al mismo periodo de 2017. Además, su gasto total se ha incrementado un 10,9%. Por eso tampoco podemos descuidarlo, el mercado interno es fundamental para mantener una demanda constante todo el año.
P Acaban de anunciar una moratoria de dos años para que los apartamentos turísticos reglados se adapten a la nueva Ley del Turismo ¿Qué se entiende por compatibilidad urbanística?
RLa compatibilidad urbanística garantiza que el municipio es consciente de dónde se ubican las viviendas turísticas, que no vive de espaldas a su propia realidad. El municipio tiene competencias sobre su ordenación urbana, y por tanto, es quien debe decidir dónde se ubica la actividad, en este caso, turística. En estos momentos hay más de 64.000 viviendas dadas de alta en nuestro registro, y la ley no tiene carácter retroactivo. La moratoria servirá para que los municipios tengan tiempo para ponerse al día. En cualquier caso estamos comprobando que son una mínima parte, puesto que son muchos los que ya están dando compatibilidades sin ningún problema.
P ¿Cree que habría alguna formula para combatir este mercado al margen de las leyes?
RNos hemos enfrentado a esta nueva realidad desde el inicio de la legislatura. No nos ha temblado la mano a la hora de enfrentarnos con las grandes plataformas de comercialización de viviendas turísticas que no cumplen con la normativa, y a las que hemos sido pioneros ganando en dos procesos judiciales. Nuestra ley va bien encaminada, tanto en a nivel regulador como sancionador, porque ya no puedes enfrentarte a estos gigantes globales con multas de 30.000 euros como sucedía hasta ahora. Sin embargo, somos conscientes y así lo hemos trasladado en todos los ámbitos que hemos podido, de que este problema necesita de una legislación coherente a nivel nacional e incluso europeo. Además hay que hacer mucha pedagogía.
P Desestacionalización. El objetivo eterno para el sector pero ¿una quimera?
RLa tendencia nos demuestra que no. La rentabilidad hotelera entre enero y agosto de este año se sitúa en el 5,6% frente al mismo periodo de 2017. La mejora de la rentabilidad es el resultado de una estrategia que, junto con la ruptura de la estacionalidad de la actividad turística, son los dos principales indicadores del cambio de modelo turístico.
