La barrera que durante décadas ha supuesto un mostrador de cualquier administración pública comienza a desaparecer, y no solo de manera física. En plena era digital, cuando la burocracia está obligada a dar paso a la trasparencia, los poderes públicos no pueden poner trabas al campo, a un campo abierto donde no se divisa el final.
De manera lenta, las administraciones públicas están incorporando, poco a poco, nuevos canales de comunicación que les permiten poder estar en contacto con los ciudadanos de una forma fácil, sencilla y directa. Ya sea en la Generalitat, en la Diputación de Alicante o en los ayuntamientos, el objetivo es prestar un mejor servicio a la ciudadanía, aunque luego sean los ciudadanos los que hacen un uso relativo de todos estos canales. Y no solo hablamos de redes sociales, de los perfiles de Facebook, Twitter, Instagram o Youtube que se han convertido en prioritarios, sobre todo por el uso «personalizado» que hacen muchos representantes públicos.
Hablamos del WhatsApp de acceso libre, el webchat para personas sordas, vídeos tutoriales sobre gestiones administrativas, blogs donde técnicos de la administración muestran sus conocimientos y hasta aplicaciones para dispositivos móviles. En la Comunidad Valenciana ya se utilizan varios sistemas novedosos, aunque estamos muy lejos de otras ciudades de España donde se han implantado métodos muy originales, como las llamadas por Skype que usan en el Ayuntamiento de San Sebastián o el uso de ilustraciones preparadas con infografías que hace el Ayuntamiento de Sevilla.
Botón de acceso
La Conselleria de Trasparencia tiene activado un Plan de Atención a la Ciudadanía, Simplificación y Mejora de la Calidad de los Servicios Públicos donde reúne los proyectos que quiere llevar a cabo hasta 2019. Para la directora general de Transparencia y Participación Ciudadana, Aitana Mas, es un gran avance que «la ciudadanía pueda pedir a la administración, usando el botón de derecho al acceso a la información pública, sin disponer de certificado digital, cualquier documentación que obre en manos de la Generalitat o de una conselleria que debe responder en un plazo máximo de un mes».
La Diputación de Alicante va a dar un «importante salto en materia de administración electrónica» con la implantación de la tramitación digital en todos los procedimientos administrativos, un nuevo sistema va a suponer «una forma diferente de trabajar, con la tramitación se totalmente online, sin papel, lo que supondrá un cambio de filosofía y cultura muy importante», explica el diputado de Buen Gobierno, Adrián Ballester.
La experta en redes sociales en las administraciones públicas, Amalia López Acera, sostiene que «tienen que existir canales abiertos desde donde se facilite información de interés y permitan dar respuesta tanto a las demandas de información como recoger las sugerencias, propuestas e incluso las críticas que hacen los ciudadanos del trabajo que se realiza desde las administraciones públicas».
