Un trabajador de la UTE Limpal, que se encarga de la limpieza en los colegios y dependencias municipales de Alicante, ha iniciado una protesta a las puertas del Ayuntamiento tras ser despedido con la petición de ser readmitido en su puesto. Allí ha desplegado una pancarta en la que se puede leer "UTE Limpal coacciona y despide por enfermar. Readmisión ya".

David Camarasa explica que ha trabajado en las contratas anteriores de limpieza desde el año 2008 con paréntesis entre unos contratos y otros. "Pero desde 2014 estaba trabajando con un contrato de tres años y una prórroga por convenio de un año más", añade. De esta forma su contrato vencía en abril de este año.

En febrero se hace cargo de la concesión la UTE, formada por Clece y Fissa, y le comunican, según asegura, que su contrato y el de otros siete compañeros está en fraude de ley. Así, y siempre según su relato, le indican que debe firmar otro contrato temporal o será despedido.

"Yo no entiendo de leyes y lo que quiero es seguir trabajando así que firmo. Cuando me asesoro el abogado me dice que lo que ha hecho la empresa es injusto y que incumple el convenio que tiene firmado con el Ayuntamiento por el que debe subrogar a todos los trabajadores", lamenta Camarasa.

Además, este trabajador denuncia que "durante ese tiempo trabajamos en condiciones muy precarias, sin baldeadoras ni cubos ni escobas". "El esfuerzo físico es mucho mayor para poder sacar adelante el servicio. Yo llevaba una sopladora a la espalda todo el día, además de recoger y embolsar la basura de los patios de los colegios lo que me causa una fisura en tres costillas", indica.

El contrato que firmó este empleado finalizó el 31 de mayo. "Me despiden pero es que además ni me pagan ninguna indemnización cuando por mi contrato anterior yo ya iba a pasar a ser indefinido", critica Camarasa.

Este trabajador ha decidido continuar con su protesta apoyado por algunos compañeros "no del comité de empresa que me dijo que no se podía hacer nada". Este periódico se ha puesto en contacto con la presidenta del comité quien ha declinado realizar declaraciones ni valorar este caso.También se ha puesto en contacto con la empresa sin obtener respuesta.

En paralelo Camarasa ha presentado una demanda por despido, según ha aclarado su abogado, contra todas las empresas concesionarias y contra el Ayuntamiento "por no haber velado por el cumplimiento del convenio de la adjudicataria".

Durante la mañana Camarasa asegura que varios políticos se han acercado a hablar con él y que le han asegurado que "intentarán mediar con la empresa para llegar a una solución".

"Yo no quiero dinero, quiero trabajar como he venido haciendo estos años. Mi mujer está embarazada de nuestra primera hija", señala el trabajador.

Por su parte, el Sindicato de Empleados Públicos de la Comunidad Valenciana (SEP-CV) asegura que es "el único sindicato que ha apoyado a los trabajadores afectados el cambio de la empresa" y que les aconsejó "en su momento a los trabajadores que no aceptaran la propuesta de UTE Limpal".

"La empresa negó la subrogación, recogida en el convenio provincial de limpieza de edificios y locales, a unos 12 trabajadores en situación de baja por incapacidad temporal, con reserva de puesto de trabajo por expediente de incapacidad o agotamiento del periodo máximo de incapacidad", denuncia SEP.

También recuerda que acudió al pleno del Ayuntamiento "para defender a todos los trabajadores sin la presencia de ningún otro sindicato" en referencia al apoyo que ahora le mostrado CGT a Camarasa.