n La Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche solicitó cinco proyectos en la convocatoria abierta por la Conselleria de Educación para infraestructuras y equipamiento para investigación y logró tres, por valor de dos millones de euros. Se quedaron fuera los proyectos de Ángela Sastre y de Ausiàs Garrigós. El primero pedía financiación para comprar un equipo de resonancia magnética nuclear y el segundo para desarrollar un proyecto de electrónica en el sector espacial.

Sastre ha pedido la evaluación porque «no entiendo muy bien qué criterios se han seguido para dar las puntuaciones». El proyecto en el que está inmersa se centra en la llamada cuarta generación de celdas solares más desarrolladas que se puedan incorporar a las viviendas, tejidos, pinturas con aplicaciones de almacenamiento de energía. «El equipo de resonancia es fundamental para nosotros, lo usamos todos los días para las muestras y el que tenemos está obsoleto», indica. Tan obsoleto que, según asegura, «ya no fabrican las piezas y si se rompe algo no lo podremos reparar».

Pese a su decepción ya piensa en futuras convocatorias para equipamiento ya sean autonómicas o nacionales para poder cambiar el equipo.

El investigador Ausiàs Garrigós es el otro proyecto que no ha obtenido fondos. La ayuda solicitada era para un proyecto nuevo, una línea de investigación y desarrollo que, de momento, no se podrá abrir. El equipo de Garrigós se dedica a la electrónica en el sector espacial. «Teníamos interés en arrancar el proyecto y aún no contamos con financiación», apunta el investigador de la UMH. El objetivo que persiguen es el desarrollo de sistemas de alimentación para propulsores iónicos de plataformas de satélite de pequeño tamaño. Se trata de sistemas de propulsión que se utilizan para corregir la posición de satélites o para posicionarlos en órbita, sustituyendo a los combustibles químicos.

Uno de los grandes impactos es lograr unas misiones más verdes y ecológicas, porque el combustible de los satélites es bastante contaminante.