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Más de 1.700 nuevas altas desde la entrada en vigor

València no ha concedido ni un solo permiso a nuevas viviendas desde que se aplica la nueva ley

n Con la nueva ley de Turismo, que traspasa a los ayuntamientos la competencia de decidir qué pisos son aptos para el uso turístico, se están produciendo situaciones de todo tipo. En uno de los extremos aparece València, donde el fenómeno está generando las mayores tensiones.

La administración municipal está resuelta a poner coto a la proliferación. De hecho, desde que entró en vigor la exigencia de compatibilidad urbanística apenas se han producido una docena de consultas y no ha producido ninguna alta nueva en el registro autonómico. Dentro de los edificios residenciales, València solo permite esta actividad en la primera planta, siempre que debajo no haya un uso residencial. Se calcula que miles de viviendas alquiladas hoy podrían contravenir esta norma. Otras ciudades como Benidorm están decidiendo qué quieren hacer. Es muy posible que solo se permita la actividad en edificios destinados íntegramente a este uso.

Gandia, nada restrictiva

En el polo opuesto aparecen municipios que están dando los permisos sin problema. De hecho, desde que entró en vigor la nueva ley se han dado de alta más de 1.700 viviendas, ya con su informe de compatibilidad. Gandia, Xeraco, Algemesí, Benissa, Calp, Xàbia, Finestrat, la Vila Joiosa, Castelló, Benicarló, Burriana, Benicàssim, Peñíscola, Vinaròs o Morella, entre otros, están concediendo autorizaciones.

Frente al caso más restrictivo de València, existen municipios como Gandia o l'Alfàs del Pi cuyos planes generales hacen totalmente compatible el uso residencial con el turístico.

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