Varios colegios de la provincia optaron ayer por impartir fuera de las aulas la última hora de clase para los alumnos más pequeños de Infantil, buscando la sombra de los árboles en el patio como consecuencia del excesivo calor en el interior de las aulas.

Algunas clases siguen superando los 30 grados de temperatura en las últimas horas de la mañana y la atención de los alumnos deja mucho que desear, como explican a este diario desde los centros que optaron por sacar fuera a los alumnos, a falta de refrigeración en las aulas.

En la mayoría de los colegios que por su antigüedad no disponen de aparatos de aire acondicionado, los directores apuntan a las soluciones tradicionales que están adoptan estos días ante los efectos del cambio climático que prolonga las altas temperaturas más allá de lo saludable. «Tenemos las ventanas y puertas abiertas y, como mucho, algunos ventiladores. Es lo que tenemos al alcance», puntualizan.

A lo largo del mes de septiembre, durante el que solo han bajado puntualmente las temperaturas algún día, los maestros confiesan que se muestran más permisivos con los alumnos, especialmente a partir de las 11:00 de la mañana y hasta las 13:00 horas, en que acaban las clases.

Esto ha sido así este mes de septiembre, en que el horario lectivo implantado por Educación es reducido. En el caso de que la próxima semana se prolongue la situación, los directores admiten que el problema del exceso de calor se prolongaría también hasta las primeras horas de la tarde.

Hoy lunes arranca el horario normal, desde las 9:00 hasta las 17:00 horas, con actividades extraescolares incluidas para la mayoría de los colegios con jornada continua, o con clases lectivas para el 30% de los centros que mantienen la jornada partida.

Hasta el momento «sufrimos» las altas temperaturas «como todo el mundo, poco más podemos hacer»», confiesan. No obstante, tratan de hacérselo más fácil a los alumnos, especialmente a los más pequeños a los que se les permite beber agua cuantas veces lo pidan, así como ir al cuarto de baño con mucha más frecuencia de lo habitual, permisos que en circunstancias normales se mantienen a rajatabla.

Protesta

También estudiantes de instituto, como en el Misteri d'Elx de Elche, protagonizaron una sentada en el hall del edificio negándose a entrar a las aulas y concentrándose después en el patio, como protesta por las elevadas temperaturas que están soportando estas semanas.

El escrito de queja que presentaron los estudiantes de Elche a la inspección educativa se suma a las denuncias que el sindicato de la federación de enseñanza CC OO entregó ayer a la Inspección de Trabajo por el mismo motivo.

«Exigimos que se reconozca la existencia de este problema en los centros y la necesidad de buscar mecanismos para exigir de la administración, que es la Conselleria de Educación, una correcta planificación de todas las intervenciones que son necesarias», señala el delegado en l'Alacantí, Francisco García.

La medición de temperaturas realizada por este sindicato en centros educativos esta semana concreta un calor en las aulas que en todos los casos superan los 27 grados de máximo que se recomiendan por Salud Laboral.

En el IES Playa de San Juan de Alicante señalan 31 grados; en los colegios l'Horta y Jaime I y en los Institutos Gaia y Canastell de San Vicente del Raspeig, superan los 30 grados; y en los institutos de Secundaria de Aspe y Monforte del Cid igualmente se han medido más de 30 grados.

Para CC OO no es suficiente la modificación de la normativa anunciada por Educación esta misma semana, flexibilizando las exigencias para instalar aire acondicionado en las aulas tras las quejas de los padres de alumnos en los consejos escolares.

«Dejarlo en manos de los ayuntamientos impide que los que no tienen recursos dispongan de estas medidas», advierte García. Por este motivo, en su denuncia tanto ante Trabajo como ante Educación -a cuya dirección territorial de Alicante lo harán llegar la semana próxima-, incluyen la necesidad de intervenciones que garanticen a medio plazo la climatización, un replanteamiento de los proyectos y orientación de los edificios escolares, y la instalación de toldos, sombreados y zonas verdes.

El sindicato prefiere, en cualquier caso, una «apuesta decidida de la Administración por el autoconsumo y las energías fotovoltaica y renovables, que podría comenzar con los centros escolares. Sería también una solución para reducir o incluso evitar costes añadidos», concluyen.