? El traslado de cuatro oncólogos del Hospital de Sant Joan al departamento de la Marina Baixa ha caído como un jarro de agua fría entre los pacientes. Cuatro mil enfermos de ambos departamentos se verán obligados a cambiar de oncólogo en las próximas semanas. «Parece que nadie se ha parado a pensar en lo que implica esta decisión para nosotros», señalaba ayer una de las pacientes afectada que prefiere no dar su nombre. En su caso, tiene asignado al mismo médico desde hace siete años cuando se le diagnosticó un cáncer de mama. «Él es quien me ha visto desde el principio y me ofrece un trato individual y una confianza que es imposible que me dé otro médico que empiece ahora a llevar mi caso». Esta paciente no tiene ninguna duda de que pedirá el traslado de su historial a La Vila para poder seguir siendo vista por el mismo profesional. Una decisión que depende de los cupos de pacientes que maneja cada médico. Si el médico hacia el que se pide el cambio tiene un cupo demasiado elevado, la Conselleria de Sanidad puede denegar el cambio. Esta paciente critica además las demoras y la pérdida de tiempo para el enfermo que esta reestructuración va a ocasionar. «No es lo mismo que me siente ante una persona que ya lo sabe todo sobre mi caso y el seguimiento que me hace, que ante alguien que acaba de conocer mi historia médica».