Dieciocho años. Abandonó la Secundaria en tercer curso porque le costaba mucho estudiar -«no se me daba bien»-, confiesa. Ahora disfruta desmontando y montando móviles y ordenadores en las prácticas de Informática de FP Básica, hacia la que le recondujeron en el Instituto Cavanilles para aprovechar sus dotes.

«La Informática la saco porque me gusta. También hay Castellano y Matemáticas, pero es más sencillo y entra mejor porque aprendo mucho en las prácticas soldando y arreglando». El de Noah González Vidal es uno de tantos casos de alumnos a quienes se les atraganta el graduado escolar pero que encuentran su camino gracias a la Formación Profesional. «Viendo las tripas de los móviles te enteras de las Matemáticas mucho mejor», dice.

Incluso está dispuesto a seguir estudiando. Dice que se atreverá con el grado medio de Electricidad: «He hablado con un amigo y queremos montar una empresa de Informática, o una tienda».