Es sábado en el Mercado Central y el reloj se acerca a la hora de comer. Hasta hace unas semanas, la imagen segura en esta franja era la de cientos de personas repartidas por la plaza 25 de mayo, cerveza en mano y arrancando la jornada de tardeo. Ayer, sin embargo, después de dos fines de semana de advertencias a quienes consumían alcohol en esta zona y un tercero calado por lluvias intermitentes que esparcieron la fiesta, la estampa que se pudo ver fue la del fin del botellón. Un dispositivo de diez agentes de la Policía Local vigiló de cerca el espacio sin que fuera preciso levantar ningún acta de sanción.

Pescaderos, carniceros, charcuteros, panaderos, fruteros y floristas lo venían pidiendo desde hace varios meses. Querían que se acabara «con el consumo indiscriminado de alcohol». Incluso recogieron firmas para una intervención que terminase con los grupos de despedidas de solteros, el ruido de megáfonos y la aglomeración del botellón.

Desde septiembre, los placeros pudieron ver el inicio del cambio gracias a la presencia policial. Y ayer, pese a la directriz existente de multar a quien se saltase las normas, no fue preciso levantar ningún acta de sanción. «El dispositivo ha sido muy efectivo y desde el Ayuntamiento estamos muy satisfechos con el resultado porque la gente se ha concienciado y ha colaborado. No ha habido ninguna sanción y eso significa que ha funcionado correctamente», apuntó ayer la Concejalía de Seguridad.

Un total de diez agentes vigilaban las inmediaciones del Mercado Central para controlar el consumo. El mismo número de policías que se personaron durante las dos primeras semanas de septiembre en las que la orden era concienciar, hablar con quienes ocupaban la plaza con bebidas alcohólicas para informarles de que esa práctica se iba a dejar de poder llevar a cabo a partir del ya pasado sábado 15 de septiembre, en el que el apoyo de la lluvia sirvió para evitar el consumo en este tramo de la vía pública.

La única intervención que fue preciso que realizara la Policía Local durante la jornada de ayer, al margen de un traslado a un centro hospitalario por la caída de una persona mayor, tuvo que ver con el control del bar que ocupa parte de la plaza 25 de mayo, al que se le solicitó la documentación, sin que se le llegara a sancionar, porque algunos de sus clientes estaban fuera del espacio autorizado. «Viene mucha más gente desde que está la policía», explicó la responsable del establecimiento, Gayane Martirosyan, con el local totalmente lleno.

Varios hosteleros de las inmediaciones, sin embargo, explicaron que han registrado un descenso considerable del número de ventas desde que no tiene lugar el botellón del tardeo. «Esto nos perjudica, ahora los sábados viene mucha menos gente», apuntaron desde La Coveta. «Ha ido a peor. El servicio que ofrecíamos en la ventana ya no lo hacemos», explicó una de las trabajadoras de la Cervecería Damasol.

El concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Alicante, José Ramón González, calificó como «muy efectivo» el dispositivo preventivo que protagonizaron diez agentes en parejas. «Se ha logrado lo que nos propusimos hace unas semanas, concienciar a la gente de que en la calle no se puede beber», afirmó González, al tiempo que explicaba que el dispositivo se va a mantener por el momento.

«Queremos agradecer la buena respuesta y colaboración que ha hecho posible acabar con el consumo de bebidas alcohólicas en la plaza del Mercado», apuntó el edil de Seguridad.