El otoño, que comienza en la madrugada del domingo a las 3.54 horas será más cálido de lo normal, sobre todo en la Península y Baleares, y normal en cuanto a lluvias, excepto en Baleares, donde podría llover más de lo normal, después del verano más fresco de los últimos cuatro años y el más tormentoso del siglo, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Este fin de semana vuelve a ser veraniego en toda la provincia de Alicante con sol y máximas de 30 grados y una humedad por encima del 70%.

Un fin de semana pues de playas pero sin socorristas en muchas de ellas al haberse acabado la temporada alta. Algo que también se nota en el tramo de arena de la playa de San Juan más cercano al Cabo de las Huerta. Lleno de algas y posidonia pudriéndose al sol al no haber sido retiradas por los servicios municipales de limpieza.

El verano climático 2018 (trimestre junio-julio-agosto) ha resultado muy cálido y muy húmedo en la Comunidad Valenciana. La temperatura media ha sido 23.6º que es 0.6º más alta que la del promedio normal (23º), es el octavo verano más cálido de la serie, y la precipitación media es un 72% más alta que el valor climatológico de referencia, según el informe hecho público hoy por la Agencia Estatal de Meteorología.

Los días más cálidos del verano se registraron en plena canícula, entre el 23 de julio y el 10 de agosto, resultando posteriormente un final de agosto relativamente suave y sin que se haya registrado en esta ocasión (como sí ocurrió en años anteriores), un gran pico cálido o incluso una ola de calor en junio o septiembre.

Las precipitaciones del trimestre veraniego suelen ir asociadas a tormentas y este trimestre estival ha sido especialmente tormentoso. El mapa de número de días de tormenta del verano de 2018 muestra zonas del interior de Castellón en las que se han superado los 25 días de tormenta, y en amplias zonas del litoral y prelitoral de Valencia y Castellón se han superado los 12 días de tormenta.

En valores absolutos, las precipitaciones del trimestre han sido inferiores a 25 l/m2 en el sur de Alicante: Santa Pola, 17.4 l/m2; Rojales, 18.3 l/m2; aeropuerto de Alicante-Elche, 24.9 l/m2, sin embargo, ya fuera del trimestre veraniego, en la primera quincena de septiembre en estos observatorios las tormentas han dejado abundantes precipitaciones.

En Rojales, donde en todo el trimestre se habían acumulado 17.4 l/m2, en septiembre ya se han registrado 114.6 l/m2, aunque con una gran diferencia entre lo que se ha acumulado en este mes algo más al norte (37.7 l/m2 en el aeropuerto de Alicante-Elche) y algo más al sur (48.1 l/m2 en Torrevieja).

El máximo acumulado entre junio y agosto se ha observado en el interior de Castellón. En El Toro se han acumulado en el trimestre 231.2 l/m2, 212.9 l/m2 en Vilafranca y 191.2 l/m2 en Morella. Otras localidades de la provincia de Valencia destacan mucho respecto a su entorno próximo debido a tormentas de intensidad muy fuerte o torrencial que descargaron en la zona pero que no afectaron a localidades vecinas. Es el caso de Alginet, donde en el trimestre se han acumulado 188.2 l/m2, de los cuales 155.3 l/m2 en una tormenta de unas pocas horas de duración en la madrugada del 3 de junio.

Ya en septiembre, fuera del trimestre veraniego, se han acumulado 156.1 l/m2 en Picanya, 155.2 l/m2 en Silla y 134.6 l/m2 en el observatorio de València. En la provincia de Castellón, el acumulado de septiembre hasta el día 20 supera los 100 l/m2 en observatorios como les Alqueries (115.5 l/m2) o Torreblanca (111.0 l/m2), y en la provincia de Alicante, los 114.6 l/m2 citados anteriormente que se han registrado en Rojales.

Año hidrológico

A falta de 10 días para finalizar el actual año hidrológico, que transcurre entre el 1 de octubre de 2017 y el 30 de septiembre de 2018, éste está teniendo un carácter pluviométrico seco en la Comunidad Valenciana. La precipitación media en la superficie del territorio entre el 1 de octubre de 2017 y el 20 de septiembre de 2018 ha sido de 386.3 l/m2, que es un 24% inferior a lo que se considera normal en estos doce meses (507.8 l/m2). En la provincia de Alicante el déficit es del 50%.

La causa fundamental del déficit pluviométrico del actual año hidrológico reside en que el pasado otoño 2017 fue extremadamente seco, el más seco de la serie, y ese déficit pluviométrico se ha ido arrastrando durante todo el año, a pesar de que el comportamiento pluviométrico del invierno y de la primavera fue normal, y el verano ha sido muy húmedo.

Todo el litoral y prelitoral presenta déficit pluviométrico en el actual año hidrológico, déficit que resulta más acusado en el norte de Alicante donde el acumulado no alcanza ni a la mitad de lo que suele ser normal en 12 meses. En el otro extremo, hay superávit pluviométrico en comarcas de interior, sobre todo del interior de Valencia, debido a las abundantes de lluvias del final del invierno y de la primavera.

La portavoz de la Aemet, Ana Casals subraya que la predicción para el otoño presenta aún muchas incertidumbres pero todo apunta a que el otoño será algo más cálido de los 15,9 grados centígrados normales en la Península y Baleares, ya que para Canarias no hay una tendencia clara.

Por su parte, el portavoz adjunto de la Aemet, Rubén Del Campo, ha explicado que el trimestre estival, que va de junio a agosto ha sido "cálido" en el conjunto de España, con un valor medio de 0,6 grados centígrados por encima de la media (23º) respecto al periodo de referencia 1981-2010 y "muy húmedo", con un 22 por ciento más de lluvias de lo normal.

Así, ha precisado que este ha sido el decimotercer verano más cálido de los últimos 53 años y el undécimo más cálido de este siglo, lo que confirma la tendencia al aumento de la temperatura progresiva, sobre todo en este siglo. Las máximas han sido medio grado más altas de lo normal, pero las mínimas han estado 0,7ºC por encima de la media y a este respecto, ha destacado las temperaturas mínimas muy altas registradas en numerosos observatorios, como por ejemplo en Barcelona-El Prat, donde no se bajó de 27,3ºC el 5 de agosto y marcó un récord de temperatura mínima más alta.

Por zonas, ha indicado que el verano ha sido frío o normal en el cuadrante suroccidental de la Península pero que ha sido cálido o muy cálido en el resto del país, sobre todo en las regiones del Mediterráneo.

Otra de las características que ha destacado sobre el verano es que ha resultado muy húmedo, ya que se ha recogido una media de 91 litros por metro cuadrado en el conjunto de España, lo que supone un 22 por ciento más que la precipitación media del periodo 1981-2010, que son 75 litros por metro cuadrado.

El verano resultó muy húmedo o húmedo en gran parte de la mitad norte y del tercio este peninsular, en Baleares y en algunas zonas de Canarias, mientras que fue seco en zonas del oeste de Galicia, Cataluña y del centro y sur de la Península, especialmente en la provincia de Alicante.

Del Campo ha señalado que el 3 de junio se recogieron en Valencia 93 litros por metro cuadrado; el 11 de julio en Santander-aeropuerto, 83 litros por metro cuadrado y ese mismo día, 74 litros por metro cuadrado en Barcelona-aeropuerto.

Además, este verano ha tenido una sola ola de calor, del 1 al 7 de agosto que afectó a 29 provincias, frente a las cinco olas de calor de 2017, que abarcaron un total de 25 días; cuatro en 2016 que sumaron 15 días y dos olas de calor en 2015 que afectaron a 29 días en total.