El sector turístico de la Comunidad Valenciana (el 75% del total de la actividad se produce en la provincia de Alicante) finalizará el año con datos positivos, moderados, pero positivos pese a este verano irregular que se cierra esta semana, marcado por la caída de la ocupación hotelera, la bajada de viajeros en el aeropuerto, por la competencia recuperada de Turquía y Túnez y el aumento de la ocupación del alquiler turístico en apartamentos ilegales. Al final todo es turismo y, según los datos que maneja el ente Turisme Comunitat Valenciana (denominación que sustituye a Agencia Valenciana de Turismo), el turismo aportará el 13,2% del PIB, con 13.423 millones de euros en la Comunidad, de los que 10.067 millones se generan en la provincia. El turismo sostiene el 14,4% del empleo (258.885 puestos de trabajo) y una participación de cerca de tres millones de euros en pago de impuestos (2.924 millones, el 13,3%). De esta manera, y tras una temporada alta marcada por los sobresaltos, el sector se revalida como el gran «motor» de la economía provincial, ocho puntos por encima, por ejemplo, del sector hortofrutícola.
Y todo pese a que ayer la patronal Hosbec reveló otro pinchazo en la ocupación hotelera de Benidorm en la primera quincena de septiembre. Un 91,5% de ocupación media, 1,5% menos que en septiembre de 2017.
Nuria Montes, secretaria general de Hosbec, subraya que «un año más se constata que el turismo es el primer sector económico de la Comunidad Valenciana y la provincia de Alicante pero, a la vez, el peor tratado por la Administración desde el punto de vista de las inversiones y del dinero que el Estado revierte a los municipios. Vemos año tras año cómo se realizan inversiones donde terminan no siendo productivas, sectores que son subvencionados y al turismo no se le ayuda ni épocas de crisis. Quizá por ello estamos acostumbrados a trabajar con ello y los datos están ahí. La ausencia del apoyo público al turismo es histórica». Montes apeló a recibir un mayor respaldo porque «el que las cosas en turismo vayan bien beneficia a todos». Como ejemplo, el turismo del Imserso, clave este año, para el que los empresarios solo han logrado el aumento de un euro por persona y día.
Toni Mayor, presidente de la patronal Hosbec, valora positivamente los datos porque este año, pese al verano un tanto irregular, se han podido mantener los precios que se subieron en 2017 y las ofertas no se han hecho con base en bajadas de tarifas, sino a otras acciones como los niños gratis. «Pero también hay que apuntar que en el PIB turístico influyen otros muchos factores como todo el consumo que hacen los turistas que se alojan en las viviendas no registradas».
Dejadez histórica
Con los datos en la mano, Mayor reclamó «más esfuerzo a la Administración. La dejadez de los gobiernos hacia el turismo es histórica. Hay que seguir reivindicando y me parece muy bien lo que le trasladó el presidente Puig al ministro Ábalos el domingo en el sentido de que el Consell seguirá pidiendo una financiación justa en Madrid gobierne quien gobierne».
Para José María Caballé, presidente de la cadena Servigroup, el hecho de que el turismo mantenga su posición de liderazgo en aportación al PIB en plena etapa de desaceleración confirma «lo que vengo diciendo hace unos meses. Debemos olvidarnos de ocupaciones por encima del 90% y apostar más por un cliente que gaste más, pero para ello hay que ofrecer más en todo. Desde el hotel hasta los comercios de la zona. ¿Qué ha pasado para que sigamos creciendo en PIB pese a haber tenido menos turistas? Una razón puede ser que los que han venido han gastado más y la inflación, por supuesto. Ese es el futuro, siempre respetando unos precios moderados».
Yaissel Sánchez, secretaria provincial de UGT para l'Alacantí y las Marinas, aprovecha los buenos datos del sector para exigir una mayor dignificación del empleo. «A todos nos viene bien que el turismo sea una actividad a la que le vaya bien pero no podemos perder de vista que el primer activo de las empresas turísticas son sus trabajadores. De ahí que lo primero que tenemos que reclamar es que se cumpla el convenio colectivo, que las empresas acaben con al externalización de servicios y se siga trabajando en la regulación y control de las jornadas laborales, acabar con las horas extras de mas que al final impiden contratar a nuevos trabajadores».
