La obligación a los camiones de circular por la AP-7 y el veto a utilizar la carretera convencional alternativa ha sido bien recibida por los sectores que reclaman la liberalización de la vía y la realización de mejoras para favorecer la seguridad vial y el tráfico interno en la N-340 y la N-332.
En este sentido, el senador de Compromís Carles Mulet defendió hace unos días que se aplicaran medidas similares en otras zonas, facilitando así que carreteras como la N-332 a su paso por las comarcas de la Marina Baixa, la Marina Alta y la Safor queden libres de tráfico pesado, aunque al mismo tiempo calificaba la solución adoptada para el tramo entre Peñíscola y l'Hospitalet de l'Infant como un «parche», dado que el principal objetivo debe ser la liberalización de la autopista.
El mismo senador se ha vuelto a manifestar después al respecto, tras la aprobación en el Senado de una moción presentada por Compromís para instar al Gobierno a que extienda a la Comunidad las bonificaciones para usuarios habituales existentes en otras autopistas de España, hasta que venza la concesión de la AP-7 el 31 de diciembre de 2019.
Mulet ha insistido, no obstante, en que el futuro pasa por «una autopista libre de peajes», un aspecto en el que coincide con el portavoz de la asociación Stop Accidentes en la provincia. Antonio Ángel Pertusa hace hincapié en que «todos debemos exigir que la AP-7 sea gratuita al terminar el año 2019». Mientras tanto, critica, la única parte que sale beneficiada con la prohibición a los camiones de circular por diversos tramos de la N-340 es «la concesionaria de la autopista», puesto que su recaudación va a crecer gracias a los vehículos que hasta ahora podían escoger si hacían su recorrido por la carretera y en cambio ahora no tienen más remedio que utilizar obligatoriamente la AP-7.
