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«El turismo inteligente no es solo apps, hay que crear una estrategia integral para el destino»

Doctor en Turismo con mención internacional. Profesor de la Universidad de Alicante, Marco Antonio Celdrán, acaba de defender su tesis en la que analiza la plantificación turística y los llamados destinos inteligentes

«El turismo inteligente no es solo apps, hay que crear una estrategia integral para el destino»

La Sede de la Universidad de Alicante en Torrevieja ha acogido la defensa de la tesis del doctorando Marco Antonio Celdrán Bernabéu. La investigación, «Nuevos escenarios para la planificación y gestión de los destinos turísticos. El enfoque destinos turísticos inteligentes» tiene como objetivo analizar los procesos de planificación y gestión turística de acuerdo al impacto generado por las tecnologías de la información en el turismo y, concretamente, su influencia en la gestión de los destinos turísticos. En el trabajo se parte de la hipótesis fundamental de que la reciente revolución tecnológica ha contribuido a la configuración de nuevos escenarios que obligan a los destinos a implantar cambios en sus modelos de gestión. Pero no todo está en contar con buena aplicaciones, que también.

P¿ Qué es lo que ha querido trasladar en su tesis sobre los nuevos escenarios para la planificación turística? ¿De qué hablamos?

R El turismo siempre se ha visto influenciado por la tecnología, que ha configurado distintos escenarios o etapas a través de las cuales ha evolucionado. Así, por ejemplo, en los años 50 nació la primera central de reservas, de la mano de la compañía aérea American Airlines e IBM. En los años 80 estos sistemas evolucionaron y, además de incluir la venta de asientos, ofrecían otros servicios, como alojamiento, alquiler de coches... dando paso a los sistemas de distribución global. A principios de los 90 llega la web y el turista encuentra un canal de comunicación directo con el destino, pero tan solo informativo. Las empresas y organizaciones empiezan a utilizar internet para mejorar su eficiencia y efectividad. Es la etapa del E-tourism (turismo electrónico). A comienzos del siglo XXI nace el actual escenario, Smart Tourism (turismo inteligente), que aprovecha el auge de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), para promover el nacimiento de un nuevo turista digital, hiperconectado y multicanal, que interactúa con destinos y empresas de servicios turísticos.

P Por lo que afirma, el teléfono móvil se ha convertido en una herramienta clave en todos sentidos.

R En esta nueva etapa los dispositivos móviles son clave e impulsan la aparición del perfil de turista renovado, que produce y consume experiencias gracias a procesos de cocreación que facilitan la intermediación tecnológica (redes sociales, plataformas de opinión, blogs). Esta tecnología también produce una gran cantidad de datos que, teóricamente, pueden facilitar el proceso de toma de decisiones sobre un determinado destino turístico. Tecnologías como el Internet de las Cosas y el Big Data, entre otras muchas, generan un escenario de planificación y gestión renovado al que deben adaptarse los destinos tradicionales. Mi tesis analiza estos escenarios y presta especial atención al actual escenario Smart Tourism, y cómo el enfoque destinos inteligentes parece que dar respuesta a las nuevas necesidades de los destinos.

P ¿Qué se entiende por destino turístico inteligente?

R En ocasiones vemos como un destino turístico se autodefine como inteligente por aplicar tecnología, se ha convertido en una etiqueta de moda. Un destino inteligente va, sin embargo, mucho más allá de la aplicación de la tecnología. Debe partir de la puesta en marcha de una nueva gobernanza del destino, dirigida por la colaboración público-privada, de la estrategia integral frente a los proyectos tecnológicos aislados, la sostenibilidad, la innovación abierta, la accesibilidad. En mi tesis se plasma un modelo de destino turístico inteligente donde lo más importante es, precisamente, una nueva gobernanza del destino, que promueva la colaboración público-privada y mantenga una estrategia programada para conseguir sus objetivos. Además, en este modelo es importante promover la conectividad/sensorización y el desarrollo de un sistema de información, junto con soluciones inteligentes que permitirían una mejora de la experiencia del turista y una gestión del destino fundamentada en la gestión de los datos producidos tanto por turistas como por el destino. Un destino turístico inteligente no se define únicamente por la aplicación de tecnología. La inteligencia vienen dada por el modelo de gobernanza turística más que por la tecnología, que sería una herramienta, pero no un fin. Hay que contar con una estrategia global.

P ¿Está el sector turístico de la Costa Blanca preparado? Lo digo desde el punto de vista de la oferta y del propio perfil de la demanda.

R Por supuesto. Estamos en una región turística con mucha experiencia y con una oferta muy competitiva. Además, el Instituto Valenciano de Tecnologías Turísticas está desarrollando distintos proyectos encaminados hacia la mejora de la competitividad del destino, algunos de los cuales se centran en la incorporación de las TIC en la mejora de la experiencia turística y los procesos de gestión.

P A veces, da la impresión de que con incorporar las nuevas tecnologías al turismo, que a golpe de app sepas la temperatura del mar o el nivel de ocupación de una playa en tiempo real todo está solucionado. ¿Cuál es su opinión?

R La tecnología por sí misma no implica inteligencia de destino. Lo realmente inteligente, al hilo del ejemplo indicado, es desarrollar una app que cumpla con todos los criterios demandados por el turista y también con las necesidades del destino. Es decir, que sea un proyecto englobado en una estrategia integral de destino y no un proyecto aislado enmarcado en actuaciones propagandísticas.

P Este verano parece que se constata que se está llegando a un punto de inflexión en el modelo turístico de la Costa Blanca. Fallan los británicos y alarma general. ¿Qué debiéramos hacer?

R No es una pregunta fácil de responder. No queda otra que analizar la situación en profundidad, sus posibles causas, y tomar las decisiones oportunas para mejorar el atractivo de la marca. No obstante, el repunte de los destinos del norte de África y otros mercados de proximidad, explica, en parte, estas fluctuaciones en la demanda. El camino que queda ante estos escenarios cambiantes no es otro que la apuesta por la innovación y la calidad turística para diferenciarnos aún más de estos países competidores.

P Planificación y gestión de los destinos turísticos. ¿La Costa Blanca lo hace bien? ¿Falta algo en su opinión?

R La Costa Blanca lo hace muy bien. El Patronato de Turismo Costa Blanca desarrolla año tras año interesantes iniciativas que buscan la mejora integral del modelo. Creo que se desarrollan estrategias muy oportunas. Si se tuviera que reforzar alguna de ellas, quizá apostaría por aumentar las ayudas de acuerdo a la aplicación y puesta en marcha de nuevos enfoques de gestión relacionados con la incorporación de las TIC.

P Turismofobia, dependencia del sol y la playa. ¿Tienen que ver con el tema de la planificación?

R Sin duda. Una correcta planificación turística mitigaría los impactos negativos derivados del turismo, así como una excesiva dependencia de modelos tradicionales, como el sol y playa. Por otro lado, tampoco debería obviarse que el sol y playa es un producto muy atractivo para los mercados nacionales e internacionales. Como contrapartida, tenemos su marcada estacionalidad y unos modelos de crecimiento urbano-turístico que han de alinearse con los principios básicos de la sostenibilidad.

P ¿Y entonces?

R En este sentido, y para el caso de los destinos de sol y playa, los productos náutico-deportivos pueden configurarse como elementos clave, catalizadores de la desestacionalización.

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