Las playas de la provincia de Alicante han registrado en verano un aumento de más de siete mil picaduras de medusa respecto al mismo periodo del año pasado, desde el inicio de la vigilancia en el periodo estival hasta el 31 de agosto, según los datos ofrecidos por las entidades que se encargan de las labores de salvamento y socorrismo en nuestras costas.

El Instituto de Ecología Litoral recuerda la importancia de no confundir este dato con un aumento del número de ejemplares.

En concreto, la diferencia con respecto a 2017 ha sido de 7.783 picaduras de medusas, tal y como reflejan las cifras de las cinco empresas de socorrismo que operan en las distintas playas del litoral. El pasado año, fueron 10.916 bañistas los que sufrieron el «roce» de estos animales planctónicos. Y este año, la cifra ha crecido hasta llegar a las 18.699.

En un primer lugar, es importante remarcar que no es posible considerar este dato como el total de picaduras, puesto que hay puntos del litoral que no disponen de servicio de socorrismo, así como existen incidencias en las que no se interviene.

Y por otra parte, aún más importante, es preciso ver esta cifra sin confundirla, en ningún caso, con el número de ejemplares que se encuentran en nuestra porción del Mediterráneo. «El número de picaduras no guarda una relación directa con el número de medusas», apunta Gabriel Soler, director del Instituto de Ecología Litoral, institución dedicada a la conservación de los ecosistemas marinos, litorales y terrestres en la Comunidad Valenciana.

«Hay muchos otros factores que se deben tener en cuenta, como por ejemplo la cantidad de personas que hay en las playas, la coincidencia en tiempo y espacio de las agrupaciones de medusas con las zonas en las que hay más baño, o que haya más gente en la época en la que más ejemplares hay», explica Soler al tiempo que zanja: «Las picaduras no van a decir nunca el número de medusas que hay».

La empresa Ambumar, con presencia en playas de Altea, Elche, Orihuela y Pilar de la Horadada, es la que ha registrado un mayor número de asistencias a bañistas por picaduras de estos animales, un total de 8.976, alrededor de tres mil más de las que realizaron en el anterior periodo estival.

Las playas de Guardamar, Xàbia, Santa Pola y Dénia han acumulado, según los datos ofrecidos por Cruz Roja, organización que este verano ha incluido información sobre las medusas en su campaña de sensibilización en playas, 8.482 intervenciones a bañistas por este mismo motivo.

Los municipios de Benidorm, La Vila Joiosa y Alicante, en manos de R.A Benidorm, DYA y Proactiva, han visto, por el contrario, un descenso en el número de incidentes. Benidorm ha anotado 427 menos y La Vila, 33. La capital, según los datos de Proactiva, solo ha registrado 210 picaduras entre las playas de San Juan, Almadraba, Albufereta, Postiguet y Tabarca, 28 menos que el año anterior.

El Campello sigue con la mayoría ascendente, y sube este año hasta las 758 picaduras, 204 más que en 2017.