«El conseller de Educación sabe lo peligroso que es el amianto conforme pasa el tiempo. Hemos llegado al límite y hemos presentado una queja al Síndic de Greuges por la negligente actuación de la conselleria que dirige Vicent Marzà». Jose María Hernández y Luis Almarcha, en representación de los colectivos de Asociaciones de vecinos y Entidades en la comisión de los distritos 2 y 3 han puesto la «urgente» retirada del amianto en los colegios en manos del defensor de los ciudadanos.

Califican asimismo de «irresponsable» que no se actúe contra el fibrocemento con la celeridad que requiere un material «venenoso y cuyo deterioro lo hace más peligroso cada día que pasa, y son ya muchos años», apunta Hernández.

La última demora admitida por Educación para la definitiva retirada de este material de los tejados de la decena de centros escolares que todavía lo mantienen en la ciudad de Alicante se achacó a los cambios de legislación europea en los contratos de obras. «Este Consell lleva ya gobernando cuatro años, este tema no es algo de última hora, y los centros de Alicante siguen esperando que se erradique un fibrocemento que se utilizó en cubiertas y tuberías bajantes hace ya cuarenta años», lamenta Hernández.

Señalan estos representantes que se deben a sus vecinos y que colegios enteros viven con este peligro sobre sus cabezas mientras «se gastan el dinero de todos en otras cuestiones que no son tan urgentes».

La última actuación llevada acabo este verano en el colegio San Fernando ni siquiera figura entre las obras previstas por Educación en esta legislatura. «Solo se retiró parte del amianto de este centro escolar, y es de los que menos tienen. Es indignante que se hayan limitado a esto cuando la media del fibrocemento en los colegios de Alicante ronda los 2.000 metros cuadrados de superficie peligrosa», puntualizan los representantes vecinales.

Superficies

El colegio que tiene mayor cantidad de amianto, con más de 6.000 metros cuadrados de superficie, es el de Rabassa. «Seguimos esperando una respuesta de la dirección territorial de Educación en Alicante, y mientras tanto hay centros que se han visto obligados a renunciar a las escuelas de verano para los niños ante la posibilidad de que se quitara el amianto para que luego no se haya hecho nada», recalca Hernández sumamente indignado.

Junto al Rabassa, esperan la retirada del fibrocemento en Gabriel Miró, Azorín, Emilio Varela, José Carlos Aguilera, San Nicolás de Bari, San Fernando, El Tossal, Gloria Fuertes y el instituto Cavanilles. «La salud colectiva de alumnos, profesores y trabajadores es una responsabilidad ineludible» insisten los representantes vecinales.

En su reclamación de amparo ante el Síndic han incluido una extensa documentación recopilada a lo largo de los últimos tres años con la reiteradas demandas tanto verbales como por escrito sobre la retirada del amianto en los centros escolares, así como los acuerdos y actas municipales, como la de 2016, con la unidad de todos los grupos políticos con este fin.

«La prohibición legal del fibrocemento data de 2002 y no se ha cumplido con la legislación, al margen del peligro que conlleva para la salud de los escolares», concluyen.