Los focos apuntaron en la mañana de ayer, a las puertas de la Audiencia Provincial, al jefe del Gabinete de Alcaldía, Vicente López, y al concejal de Infraestructuras, Israel Cortés, ambos del PP. Los dos habían sido citados por la Fiscalía en relación a la contratación del ahora exasesor del PP Miguel Ángel Redondo, afín a la tránsfuga Nerea Belmonte (ex de Guanyar), quien con su voto en blanco en la investidura del pasado abril, tras la dimisión de Gabriel Echávarri, permitió el regreso del PP a la Alcaldía después de tres años de la izquierda en el gobierno. Sin embargo, el protagonista de ayer, al menos en las filas del ejecutivo municipal, era otro: Luis Barcala.

Y es que la citación de dos personas del equipo más próximo al regidor [su mano derecha en Alcaldía y el portavoz adjunto del gobierno municipal] ha avivado el temor entre los populares de que el fiscal, que investiga la supuesta relación entre el voto de la tránsfuga y la contratación del asesor, pueda citar también al alcalde, lo que le llevaría, aunque fuera en calidad de testigo, a hacer el «paseíllo» frente al palacio judicial que tanto quieren evitar los políticos.

En unas declaraciones a EFE previas a su citación en Fiscalía la pasada semana, el ahora exasesor del PP aseguró que durante su mes a sueldo del Ayuntamiento de Alicante [fue destituido en junio cuando este diario relevó sus vínculos con Belmonte] había cumplido siempre las directrices del jefe de Gabinete de Alcaldía y del edil de Infraestructuras, a cuyo departamento fue adscrito.

También señaló, en esas mismas declaraciones, que había recibido órdenes del propio Luis Barcala. Pese a la intranquilidad en el entorno popular, también está sobre la mesa la posibilidad de que el Ministerio Público cierre la investigación.

Por otro lado, Anticorrupción está detrás del supuesto intento de compra, a favor de la socialista Eva Montesinos, del voto de Nerea Belmonte, a cambio de 3.500 euros y un puesto en listas electorales, según señaló la tránsfuga en el primer pleno de Barcala como alcalde.

La ex de Guanyar, además de su amiga y el exasesor Redondo, ha apuntado directamente al exsenador Ángel Franco. El socialista, por su parte, está ya citado en esa causa, aunque en calidad de investigado, el próximo miércoles.

Acompañados... y mudos

El viernes, el primero en llegar a Fiscalía fue el jefe de Gabinete de Alcaldía, Vicente López, quien acudió minutos antes de las 10 horas junto al asesor municipal del PP y abogado Manuel Villar.

Una horas más tarde y en solitario, abandonó la Audiencia Provincial sin hacer declaraciones a los medios y dando un largo rodeo para no ser captado por las cámaras a su entrada al Ayuntamiento.

De igual forma, junto al abogado Villar, llegó a la Audiencia el concejal Israel Cortés, aunque en su caso dejó el palacio más tarde, una hora y media después, y en compañía del jefe de Prensa del Ayuntamiento, quien llegó unos minutos antes para ejercer de acompañante. El edil tampoco atendió a los medios a su salida.

Mientras ambos testigos estaban ante los fiscales José Llor y Felipe Briones, el alcalde no acudió a un acto incluido en su agenda (la inauguración de un gimnasio privado) y cambió el Salón Azul por la intimidad de su despacho para recibir a un atleta paralímpico.