Antes de las tres de la madrugada ya se produjeron las primeras peleas de la noche. Después de unos minutos de tensión, una falsa calma. Un vigilante de seguridad aseguró que «volverán a engancharse porque nadie va a avisar a la policía». Se trata de un turista británico, «y esos no avisan a la policía. Si fueran españoles, sí llaman, pero un 'guiri' no quiere más problemas». Estas frases las dijo un portero que ya se ha acostumbrado a vivir escenas de tensión cada sábado. «Y esta vez no ha habido sangre». Los encargados de la seguridad privada son los primeros que soportan cada noche escenas de peligro real, aunque algún vigilante, al ver cómo un fotógrafo y un redactor de este diario preparaban un reportaje sobre la zona de ocio del Puerto, afirmaba que «esta noche no ocurrirá nada al ver que hay periodistas con cámaras». Estaba equivocado.